Lucila Lastero
«ESTA FORMA DE FELICIDAD QUE ES LA ESCRITURA»

Lucila Lastero, escritora, estuvo unos días en Salta con su nueva obra, “La casa de rejas”, una novela de género policial editada por Macedonia ediciones, en su equipaje.

Vino en plan de paseo y reencuentros, justo en los días de progresiva apertura de restricciones, pero no pudo encontrar el lugar adecuado para presentar su libro en forma presencial, así que retornó a Buenos Aires donde trabaja hace muchos años, con la intención de que la novela inicie su recorrido allá pero con la esperanza de traerla en breve a Salta.

Casi 20 años de docencia en Letras, entre secundarios y terciarios, varios premios literarios – incluido Primeros Premios en Cuentos y Poesía de la Secretaría de Cultura de Salta- microrrelatos y por fin, llegó a la novela.

Ya abordaste otros géneros y esta vez te animaste a la novela, ¿cómo fue ese recorrido?

– Lo de la escritura es una búsqueda todo el tiempo y a mi me gusta explorar, primero se me dio la poesía, después los cuentos y fui probándome en diferentes géneros. Hasta que surgió la idea de esta novela, hace mucho ya, en el 2010. Mientras planificaba y comenzaba la escritura seguía trabajando con otros géneros, seguí escribiendo poesía, cuentos, luego microrrelatos que comenzaron en una época en que trabajaba muchísimo en docencia secundaria, era la época de los blogs y para obligarme a practicar esta forma de felicidad que es la escritura, que no podía hacer de largo aliento comencé a escribir cosas cortitas en el blog…o sea voy explorando varios género a a la vez que en algún momento se concretan y toman su forma final.

– ¿Cómo fue el trabajo?

– En total me llevó trece años. La idea surgió de un rumor que escuché acá en Salta, sobre una casa apropiada en dictadura que se basaba en muchos supuestos e interrogantes de lo que pasaba en esa época. Paralelamente me encontró en Google con unos documentos que hablaban de lo que había pasado en esa casa, donde habían vivido unos militantes del ERP de otras provincias y a partir de ahí surge la idea. Los rumores siempre me dan pie para historias, me parecen muy buenos para hacer ficción, te permiten pensar posibilidades. Tomé los rumores, la historia y las cuestiones que tienen que ver con la cárcel, junté documentos, versiones y de ahí surgió la idea final. Era el 2010, trabajé desde entonces.

– ¿Cronológicamente viviste esa época?

– Es la época en que nací, crecí y sin embargo no la viví. Fue un tema que siempre me interesó pero a la hora de hacer la novela tuve que leer e investigar mucho para armar ese ambiente en mi cabeza, cómo se vivía, cómo nace la cárcel de villa las Rosas, cómo fue la dictadura en Salta. Tenía que armarme ese mundo que no conocía. Soy nacida en la provincia de Buenos Aires, mis padres se mudaron acá en los ochenta y ellos me decían que la dictadura en Buenos Aires era terrible y cuando llegaron no podían creer que acá “no pasaba nada, era la paz total”…eso también me atraviesa, haber escuchado que mis padres decían que acá no pasaba nada y ocurrían muchas cosas ocultas. Parte del eje de la novela pasa por ahí. Algunas quedaron como documentos, otras como rumor. Fue una investigación muy grande y muy intensa que derivó en esta novela.

-¿Te resulta importante la indagación en cualquier tipo de escritura?

– Si, para cualquier narrativa tengo que armar ese mundo en mi cabeza, aunque después no escriba nada de eso, pero tengo que armar ese mundo que va a tener que ver con mi escritura, tengo que leer antes.

¿Cuándo la presentás?

– Bueno, no conseguí lugar acá en Salta.

– ¿Cómo, no conseguiste sala en Salta?

– Y, tenían todo ocupado o había que presentar notas, formularios, sin ninguna seguridad, al menos en los dos sitios a donde concurrí. Así que voy a presentarla virtualmente en la feria del libro de noviembre y más adelante en el verano, cuando vuelva por Salta intentaré de nuevo hacerlo en forma presencial.

Voy a presentarla primero en Buenos Aires.

– A veces los profesionales de la carrera de Letras se quejan de que la carrera termina “matando” su parte creadora, a vos no te ha pasado…

– No. Yo fui creciendo en ambas facetas, la docente y la creativa, digamos armónicamente. Me pasó que en un momento tuve miedo de dejar de escribir y hasta lo hice en una etapa porque es una carrera que insume mucho tiempo pero si, se decía de manera constante… que nos inhibimos ( risas). Creo que sucede que leemos cosas tan buenas que uno piensa que lo de uno no tiene ese valor.

Pero logré armonizar en el momento que pude separar para juntar. Porque en realidad la literatura atraviesa todo, la investigación, la crítica literaria, escritura creativa…Yo hago crítica literaria pero a la hora de la escritura tengo que anular esa faceta, cerrar puertas para poder avanzar porque sino no puedo hacerlo. Aceptar que somos personas complejas con muchas esferas y lo que digo poder separar para juntar porque la literatura es una totalidad en mi vida.

Es posible estudiar letras y escribir. Es encontrar donde está uno como lector y donde como escritor y a la vez lector. Son puntos de retroalimentación.

– Todo escritor es lector, ¿qué elegís para leer?

– Leo de todo, mucha poesía y mucha narrativa y dentro de ello el género policial. Podríamos decir que “La casa de rejas” es un policial. Estoy leyendo todo lo de Leonardo Padura. Y soy totalmente ecléctica, leo varios géneros a la vez. Tengo varios libros en la mesa de luz con una cosa muy de desorden. Pero ese desorden pareciera que estuviera totalmente conectado, es muy raro…

– ¿Te organizás con horario o cómo sale la escritura?

– No tengo horarios de escritura. El trabajo y la docencia te desordenan todo, me gusta estar pendiente de los estudiantes y me detengo mucho en sus necesidades, eso lleva horas. En esos tiempos la escritura está mas relegada pero voy por supuesto con mi libretita y lapicera porque tomo apuntes en todos lados.

Igual intenté hacerme una pequeña rutina de sábado, que me está dando buen resultado.

¿Qué se viene?

– Empecé una nueva novela que va muy bien. La trabajé bastante con Juan Carrá, un tallerista que me ordenó muchísimo, iba una vez a la semana al taller y además de sus bondades, el tener un escritor experto que te va guiando, te genera una rutina de horarios. Este escritor fue clave para generar la estructura y él me dio el consejo final para poder avanzar. Es un referente en policial negro.

También estoy empezando a hacer crónicas de historias de mujeres de Salta, es un género que me encanta, estoy haciendo algunas exploraciones. Y tengo mucho material que espera ser sistematizado y publicado.

 

(Patricia Patocco)

 

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