En el macrocentro salteño, en medio de oficinas, negocios y un eterno circular de personas apuradas, ha florecido un sitio muy particular: Appassionata.
Es una vieja casona rodeada de jardines que hace muchos años fue conocida como “la casa de los pájaros” por la enorme pajarera que tenía a su lado y que se entrama en el recuerdo de muchos salteños que cotidianamente pasan por allí.
Pero su historia se remonta mucho más allá, ya que fue construída por el Ingeniero Maury como su casa personal (el que construyó el viaducto La Polvorilla). Hoy, su puesta en valor incluyó detalles como el otorgarle el color original a paredes y ventas.
Pero falta contar del alma de Apasionatta, y eso se lo brindan las hermanas Sodero que, pese a venir de otras profesiones, conservaron siempre el amor por la música, las letras y las artes en general, así que un día decidieron darle un espacio importante en sus vidas a esos primeros amores.
El lugar es un conservatorio de música, donde se enseñan todos los instrumentos, con la opción de recibirse de profesor. Pero también es librería de libros ilustrados, es un centro cultural donde se desarrollan diversas actividades como talleres artísticos y un bar que acompaña las actividades culturales con una carta de libros, como para que la gente tome un café y elija un libro para disfrutar un rato. Puede ser en el gran patio, lleno de árboles y plantas o adentro.
“Todos los días cambiamos o sumamos algo, nos llevó unos 8 meses reciclarla porque es una casa muy hermosa pero hubo que remodelarla: cañerías, la parte eléctrica, había estado veinte años deshabitada así que era una pequeña selva. Después del ingeniero Maury, la habitó mucha gente, algunos, en estos meses se fueron acercando y contándonos quienes habían vivido acá. Con esos datos fuimos armando la historia de la casa”- explica María del Mar Sodero, una de las responsables de Apasionatta.
La nueva historia de esta casa incluye música en el aire todo el día, con profesores y alumnos trabajando en cada aula del primer piso. “En ese sentido además, hemos creado los miércoles musicales: jazz, blues, soul, música clásica, música de cámara, con la idea de instalar un pequeño espacio para escuchar buena música un par de horas y tomar algo. Ponemos como eje la música, y disfrutarla, porque no es un lugar para cenar, solo para beber o picar algo miéntras se escucha buena música. Nos encargamos de hacer una linda decoración temática para cada grupo de músicos que viene, que van rotando, de manera de generar espacios diferentes cada semana”- explica Sodero.
“Los sábados ofrecemos varios talleres y entre ellos el taller de fotografía para niños y vemos con alegría como se van llenando la casa de propuestas. Lo vamos haciendo de manera artesanal, con muchas ganas de ofrecer un sitio diferente, lleno de detalles diferentes, como el de que que te podés sentar en el bar y pedir un libro, se te da un señalador y cuando volvés, lo encontrás allí, como para retomar la lectura.
Además tenemos a librería, que es chiquita pero tiene títulos muy interesantes, todos con muy buenas ilustraciones y que son obras que no se consiguen fácilmente, que no están en los circuitos comerciales”
Un sitio diferente, en Santiago del Estero 915, en el que reciben propuestas de actividades por parte de artistas y donde tienen el firme propósito de seguir creciendo para ofrecer espacios alternativos para las artes, para todo tipo de público.