Poeta peruana nacida en 1926 y considerada una de las más importantes voces poéticas de su país
A los dieciséis años ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos para seguir estudios de letras. En la universidad entró en contacto con los escritores de la generación del 50, con quienes formaría el grupo de los llamados «poetas puristas», en contraposición a los «poetas sociales» de la época.
En 1949 se trasladó a París, ciudad en la que residió algunos años; conoció allí de primera mano el movimiento existencialista francés y demás posturas estéticas de la posguerra. También vivió algunos años en México, dirigiendo la sucursal peruana del Fondo de Cultura Económica de ese país.
Desde 1960 residió casi permanentemente en su ciudad natal. Su obra poética está formada por unos pocos libros, publicados sin prisa y cuando la mayoría de sus compañeros de letras ya habían editado sus trabajos
La poesía de Blanca Varela es reflexiva y desencantada, ajena al confesionalismo lírico, asume el dolor y la frustración de toda realización humana como ejes de su discurso. Se destacan su extrema lucidez frente a una realidad que no la satisface, su ironía, su irreverencia, su expresividad «corta en palabras» y la tendencia mística presente en sus últimos poemas, entre otras carcterísticas.
En el interior de ese espectro temático, se advierten las influencias del surrealismo y también del pensamiento existencialista, sobre todo de Simone de Beauvoir y de Sartre. En la autora se conjugan la exploración de los laberintos del subconsciente y la expresión dolorosa de la vida condenada a no alcanzar la plenitud. Acaso por eso su poesía es un intento de desmitificación del discurso, y todo en ella se opone a las imágenes de lo sublime y lo perfecto; así, el canto es «villano» o la vida una suma de ejercicios «materiales».
“Canto Villano” es una de las recopilaciones más difundidas de su obra.
CANTO VILLANO
y de pronto la vida
en mi plato de pobre
un magro trozo de celeste cerdo
aquí en mi plato
observarme
observarte
o matar una mosca sin malicia
aniquilar la luz
o hacerla
hacerla
como quien abre los ojos y elige
un cielo rebosante
en el plato vacío
rubens más cebollas
más lágrimas
tantas historias
negros indigeribles milagros
y la estrella de oriente
emparedada
y el huesos del amor
tan roído y tan duro
brillando en otro plato
este hambre propio
existe
es la gana del alma
que es el cuerpo
es la rosa de grasa
que envejece
en su cielo de carne
mea culpa ojo turbio
mea culpa negro bocado
mea culpa divina náusea
no hay otro aquí
en este plato vacío
sino yo
devorando mis ojos
y los tuyos
LA MUERTE SE ESCRIBE SOLA
la muerte se escribe sola
una raya negra es una raya blanca
el sol es un agujero en el cielo
la plenitud del ojo
fatigado cabrío
aprender a ver en el doblez
entresaca espulga trilla
estrella casa alga
madre madera mar
se escriben solos
en el hollín de la almohada
trozo de pan en el zaguán
abre la puerta
baja la escalera
el corazón se deshoja
la pobre niña sigue encerrada
en la torre de granizo
el oro el violeta el azul
enrejados
no se borran
no se borran
no se borran
JUEGO AMOROSO
Las manos a la altura del aire
a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso
la polvareda que pasa
el inesperado cortejo de plumas
arrancadas al vuelo
la nubecilla rosada y tonta
que ya no es
el cierraojos y el ábrelos
en la breve opacidad
de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma
y azules y brillantes
las estrellas
rientes
párpado sobre párpado
labio contra labio
piel demorada sobre otra
llagada y reluciente
hogueras
eso haremos a solas
NADIE NOS DICE
Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta
HISTORIA
Puedes contarme cualquier cosa
creer no es importante
lo que importa es que el aire mueva tus labios
o que tus labios muevan el aire
que fabules tu historia tu cuerpo
a toda hora sin tregua
como una llama que a nada se parece
sino a una llama