Edgar Wallace, se encuentra exponiendo su muestra de pinturas “Evocación” en la galería de arte Mamoré, en Anzoátegui 441.
Es artista plástico y se define como alguien que tránsito un largo camino hasta que decidió convertirse en artista y con esa certeza trazó su propio camino, un poco autodidacta y otro poco formándose en talleres, pero siempre evitando la educación formal. Estudió pintura con Alfredo Londaibere, dibujo, pintura china, serigrafía. También trabajó como asistente de Juan José Cambre y de Ernesto Arellano.
Su trabajo creativo comenzó quizás en el taller de imprenta tipográfica que tenía su padre, entre el arte y el diseño gráfico pero el derrotero de exposiciones y la decisión genuina de ir por el camino del arte comenzó en el año 2005 en Buenos Aires con una muestra grupal. Después vinieron algunas exhibiciones individuales y luego se mudó a Salta donde trabaja y expone en forma sostenida desde el 2017. Ha recibido una Mención en el Salón Provincial, en escultura en 2018.
Dialogamos con Edgar sobre la muestra que podemos ver los salteños hasta fines de septiembre.
“Son acrílicos sobre tela en distinto formatos, un díptico, un tríptico y 11 obras, también algunas otras que ya estaban en Mamoré. Pasa vengo trabajando en esto desde el 2018 y no está cerrada.
Trabajo la abstracción, todo mi cuerpo de obra lo es, inclusive la serigrafía, el dibujo…y algunos objetos escultóricos como lo que se puede ver en la fachada del Museo de Bellas Artes en este momento”
– ¿De qué se trata “Evocación”?
– Son paisajes abstractos. Paisajes que no son, porque no es que tomo una imagen como punto de partida sino que son paisajes evocados, de ahí su nombre…Puedo decir también que evoco o invoco el paisaje desde dos lugares, uno el trabajo. Porque el pintar para mi es como meditar y pienso también en la evocación como en traer desde algún lugar, un residuo de los paisajes que vi.
Tiene algo de paisaje oriental. Al pintar siento que me hago uno con el pincel y el lienzo y traigo en esta meditación, no se, una imagen poética que a la gente la remita a algún recuerdo. Para mí cada obra es un viaje y los que miran ven el final del viaje pero no la hago con la intención de decir algo, sino con la intención de que a cada uno lo traslade a sus propios paisajes.
Por otro lado, otro punto de partida, es la pincelada del impresionismo. Toda esta serie tiene el concepto del impresionismo que evoca el paisaje y situaciones dentro de un paisaje. Trabajo con la impresión de un paisaje, cada obra nos lleva a cada uno a un lugar distinto. Pinto pensando que soy una fronda, un atardecer, un instante…de eso se trata esta muestra.
– ¿Te ves obligado a reinventarte?
– Si, un poco me reinvento en esta manera nueva de mostrar y difundir. Pero siempre uno se está reinventando, es una constante esto de indagar en mi trabajo mismo, voy siguiendo un camino pero siempre me van surgiendo preguntas y el deseo de trabajar con diferentes elementos. No salen a la luz todas las obras pero yo voy preguntándome constantemente a través de ellas.
Esta serie por ejemplo, empezó mucho antes, vengo dándole vueltas al impresionismo y la forma de llevarla a mi abstracción hace mucho, más de diez años, en cartones, en arpillera…pero formalmente desde 2018. Hay una constancia de laburo que me hace ir creciendo y a veces se puede mostrar, otras no.
– ¿Cómo estás viviendo este tiempo de pandemia?
– No me cambió mucho en el sentido de que soy muy concentrado en al trabajar. A veces hago breves pausas pero no paro de trabajar, me gusta comprometerme y profundizar cada vez más, encontrándole el sentido y en el progreso del trabajo lo voy encontrando. Cada obra es un paso en un camino o un viaje…lo que sí me costó es que cambió el afuera, el salir, el exponer sin inauguración…es raro, igual que el trabajo de difusión en los medios, pero ahí vamos.
Mamoré se encuentra en Anzoátegui 441 y la muestra puede ser visitada de 9 a 13 y de 16 a 20, sábados de 9 a 13 hs.
(Patricia Patocco)