El fracaso de los chetos

 

Suena fuerte a primera escucha. Pero tal vez no sea un fracaso, ni son tan chetos, ni nadie corea su nombre. Pero tiene algunos puntos que los unen, tal vez desde la ironía de solo llamarse igual. El viernes pasado se presentó en Jekill – un boliche de la ciudad- la banda Club 20, conformada por Pablo Garzón, Piruu Mancia, Maxi Montañez, Fico Medina y en trompetas Homero Ferrer.

Fueron sold out antes que empiece el show, un dato no menor porque se sabe que a los shows locales les cuesta agotar las entradas. Aún así se vendieron unas cuantas más en puerta. Se sentía el calor de la mucha gente, habían más de 700 personas. Uno miraba a los alrededores y se podían ver músicos de la escena local (mucho músico gusta del club 20) como también mucha gente del palo audiovisual. Se veía gente de diferentes medios, como así también algunos faranduleros locales. Estaban los amigos. Los amigos de los amigos y los que garronearon entradas a último momento. Se notaba que mucha gente se conocía, muchos besos, saludos y abrazos. Nadie quiso perdérselo. Una verdadera tertulia del Club 20.

El Show empezó pasada la media noche. Muy arriba, la gente coreaba y cantaba. Piruu y el resto salieron decididos. Se sentía el fervor caluroso del público esperando el espectáculo.

La comunión continuó hasta que por un problema técnico se cortó el sonido. Nos quedamos mirando el escenario sin saber qué pasaba. Fue la gente quien sostuvo el momento. Coreando canciones. Como a un verdadero club, como a un club refinado, pero no elitista.

Se notaba que gustaban del club, las visuales aclimataban cada canción con la sensibilidad que ellas poseen y como sorpresa, en el primer piso detrás del público, apareció bailando Sandro Ahumada quien protagoniza el video de la canción “Salirte de la piel”, dándonos una demostración de sus destrezas y la gente elevó su fervor. Aunque rápidamente, dejó que las miradas vuelvan al Club. La gente lo vivió con mucha alegría. Se coreaba por Club 20, y eso los chetos jamás lo lograron.

La banda ya no es una promesa, pero ahora tienen que apostar a un lugar más grande con mejores prestaciones técnicas que acompañen la propuesta de Club 20. La cosa se puede poner seria si se lo proponen.