Cuando el arte está tejido a la vida propia, desde la concepción de que es la vida misma de quien lo ejerce o lo disfruta, surgen cosas naturales como las que da cuenta la fotografía.
El ceramista y pintor Emilio Haro Galli estuvo un tiempo enfermo e internado en el Hospital Pablo Soria, de Jujuy. Sus largos días de intervención quirúrgica e internación fueron mitigados en parte por la presencia de sus hijos, familiares y amigos y por el arte.
Porque también pasó muchas horas reutilizando cartones de cajas de medicamentos y con la ayuda de fibras – simplemente- dibujando con frenesí y regalando sus trabajos a toda la gente que le hizo bien.
Peces, soles y lunas pusieron color a sus días y fueron a parar a las manos de enfermeras, personal de limpieza, médicos y otros enfermos con los que compartió largas horas de dolor y recuperación.
Haro Galli, un canto a la vida; que llegó a muchos vía facebook y reproducimos en Artenautas, para placer de muchos más.