A Leopoldo Castilla apenas se lo conoce en Salta.
Pero si uno nombra “al Teuco” Castilla, por supuesto que sí. Los lugareños enseguida decimos ¡ah!, porque entendemos de quien se trata: El poeta.
Es el mismo, claro, pero en estos pagos lo nombramos así, con el cariño del sobrenombre que otorga el saber que es de por aquí, aunque sea también del mundo que ha recorrido a lo largo y a lo ancho.
Hace mucho que no se quedaba tanto tiempo en su tierra natal, pero esta vez estuvo casi dos meses, con esa sed de naturaleza y amigos que traen todos los que vuelven al terruño y más aún los que regresaron en el verano, luego del año de encierro de pandemia.
Viajero impenitente, conocedor de los más diversos confines de la tierra,con una vastísima obra poética ha transformado cada una de sus andanzas en poemas y en libros de alto vuelo.
ARTENAUTAS dialogó con él, una mañana lluviosa de febrero sobre poesía – siempre- pero también sobre los bosques que anda ideando y fundando y la imperiosa necesidad de recuperar la naturaleza castigada.
- Sos un poeta prolífico que suele editar o presentar varios libros juntos… ¿qué obras no conocemos del 2019?
- “Baltazar”, un libro sobre mi hijo; “La última piel del mundo”, donde cuento las malandanzas por lugares como el Polo Norte, Alaska y otros mundos…porque la tierra está llena de mundos que los bárbaros la estamos destruyendo meticulosamente y la tercera obra es “El don del alabado”. Esa surgió porque un día íbamos por Quito con María (Casiraghi) mi mujer y vimos una casa colonial que era un museo pre hispánico. Cuando comienzo a mirar las piezas, me empiezo a volver loco…¡una impresión!. El museo se llama casa El Alabado, todas piezas de la cultura ecuatoriana pre-hispánica. Pasa el tiempo y a los dos años estaba invitado a un Festival Internacional en Quito y digo sería lindo ver que hago con ese material, me senté y en quince días escribí un libro. Yo suelo tardar mucho mas pero… salió así de un tirón y gustó mucho en Ecuador.
– ¿Que te pasó en el 2020, cómo lo viviste?
- Me había sucedido antes una cosa extraña. De chico había leído a Mark Twain y me moría por conocer New Orleans, el Missisipi y esos escenarios. Estuve en Houston, solo a 300 km de allí y quise ir pero el cuerpo me dijo no – después de viajar sin parar desde los 18 años en adelante- el cuerpo me dijo “no quiero”…sin enfermedad ni nada, el cuerpo estaba agotado. Entonces vino el encierro este y de golpe sentí que el cuerpo me dijo “ésta es la mía” y me disolví como una ameba, descansando quizás de años y años de viajes, hoteles, caminatas así que no me afectó mucho el encierro.
- ¿Y surgió creación ahí?
- Tuve tres meses de sequía y después terminé dos libros que venía trabajando del año anterior, uno sobre “Jerusalen, el tigre de Dios”, sobre un viaje que hice a esa ciudad, Etiopía y El Libano; otro con poemas variados que se llama “Como si hubiera pasado una garza”, tiene que ver con recuerdos, amigos que se han ido…y después cuatro libros más que todavía no vieron la luz. Hay que corregir mucho y luego tengo dos más armado a la mitad…En estos días que estuve en Salta armé una antología que se va a llamar “Memoria poética del Valle Calchaquí de Salta”, que estaba disperso y me parece que puede contribuir al mito de la región porque hasta que no se canta una región, no entra en el imaginario de todos.
Como el escenario de la charla es San Lorenzo, un lugar de Salta enclavado en la naturaleza, con profusión de pájaros, pirpintos, mariposas no tarda en empezar a hablar del verde paisaje. La charla migra al tema de las aves, las garzas, los tucanes, los pájaros carpinteros que ha visto por estos días y aún lo tienen cautivado y preocupado “Mientras haya naturaleza…porque ay, la estamos despedazando…”- reflexiona.
– ¿Qué son los bosques de poesía que andás fundando por el país?
– Yo había fundado hace años unos bosques de poesía en Venezuela, en Isla Margarita, pero este año charlé mucho con amigos y con dos poetas maravillosos Aldo Paferniuk y Pedro Solange charlamos sobre la quema de la sierra cordobesa y se nos ocurrió fundar un Bosque de la Poesía y se hizo nomás en Carlos Paz. Entonces, charlando, que te digo que de golpe han empezado a salir más bosques, fue una idea que prendió en todo el país y ya está lanzado en Perú, en Bolivia, Ecuador, Paraguay y hasta en España. Soy amiguero, e incluso hay gente que no conozco que se enteran y quieren hacerlo. Y lo hacen, la iniciativa viene de poetas, artistas o de cualquiera, lo importante es buscar un espacio y los árboles. Se prevé dentro del predio un espacio para levantar en el futuro un anfiteatro, hay predios que ya lo tienen, como el de San Miguel de Tucumán y además van a ser centros culturales al aire libre. Con nada, con un mínimo esfuerzo se pueden hacer cosas para cambiar nuestra realidad.
– Tu larga estadía en Salta logró vitalizar el tema?, porque se están fundando varios…
– No, no, te aviso que la idea puede haber nacido de mí pero los fundadores son los que se han movido en cada lugar, hay mucha gente trabajando en el tema.
En San Lorenzo son Martín Plaza, Marcelo López Arias, Marcelo Sutti y Nicolás Lupión. Después en La Caldera: Cristian Adet y Rolando Vargas; en Metán, Andrea Laguna, presidente de la Fundación Verde que también lo va a hacer en el peaje de entrada a Salta; otra en el Barrio Portezuelo junto con el poeta Eduardo Robino y los vecinos. Otro Bosque en Atocha donde intervinieron dos artistas Mercedes Cornejo y Nicolás Lupión junto a José Cantero Verni. Se va a hacer en Las lajitas, en El Naranjo, en Quijano y La Silleta, a cargo de Marcelo Sutti.
Soy un eco apagado de esto, el mérito es de ellos.
¿Sabés que pasa? La idea prendió porque no condiciona a nadie, después que la gente se da cuenta que con un mínimo movimiento puede hacer maravillas, luego que es para bien de todos y cuarto que es absolutamente importante, es urgente. Es casi terminal el estado en el que está la naturaleza: los océanos y el aire envenenados, los bosques destruidos, la impunidad de los desmontes feroces en Salta a cargo de codiciosos que les importa tres pepinos no solo la salud de la gente sino el futuro de sus propios hijos…En La Rioja se han confirmado 18 bosques, uno en cada cabeza de departamento. En Córdoba están previstos 10 o 12 mas, es un fenómeno muy interesante, que va creciendo por todos lados. La idea es además que haya movimiento cultural en cada pequeño bosque, van a crecer los árboles junto al movimiento cultural de cada sitio.
– ¿La poesía está ensamblada con la naturaleza?
– Si, pero acá se trata de defender la naturaleza para sobrevivir porque este estado de cosas nos va a matar. El planeta es un embrión vivo, un ser vivo y se saca sus pestes tranquilamente, te manda una peste y elimina al que está molestando. La cosa es mucho más grave de lo que la gente se imagina. Decía Stephen Hawkin, el físico que de seguir así, en 600 años la tierra va a ser una bola de fuego. Si se sigue con esta impudicia, además, no solo de los particulares depredadores sino de los Estados. Por eso, por iniciativa de Parferniuk estamos trabajando una ley que declare a la naturaleza sujeto de derecho como se ha hecho en muchos países. Que sería una forma de contener esto. Tenemos el apoyo de muchos especialistas, estudiosos del tema y fundaciones del país. Lo hermoso es que haya nacido de la poesía.
– ¿Las próximas luchas sociales, las reivindicaciones que se vienen para la humanidad… girarán alrededor del derecho de la naturaleza?
– Eso es de una urgencia extrema, es ahora o nunca…para mí que anduve tanto y he escrito sobre esta hermosura de distintas partes del mundo la verdad es que es una gratificación muy grande ver cómo la gente tienen el empuje y la alegría de hacer esto. Gente de distintas edades…hombre, mujeres, jóvenes, es una maravilla este despertar.
En su estadía en Salta, el Teuco tuvo oportunidad de leer y de encontrarse con muchos poetas de la región. No le han faltado reuniones e invitaciones sobre todo el aire libre, aprovechando el buen clima y los paisajes maravillosos de esta zona del país.
– ¿Cómo ves el estado de la poesía en Salta?
– No he podido estar con todos, pero si con muchos poetas y es una maravilla. Pero no solo en Salta vos sabes que veo en todo el país que la poesía joven abandonó un ciclo donde se intentó- como decía Juan José Hernández, “ hacer una estética de sus carencias”, queriendo hacer una estética de lo anodino, de lo facilongo ¿no?. Veo con gran alegría que los poetas jóvenes han vuelto a escribir desde su mundo, sus pasiones, sus entrañas desde su vuelo individual. Entonces están saliendo poetas maravillosos y no solo aquí, me animo a decir que en Argentina y en Latinoamérica.
Sabes qué? los poetas tienen que juntarse, leerse, corregirse, beber, entre ellos. Tienen que darse cuenta que en Salta y en el Noroeste hay que salir todos juntos, así se puede hacer un polo creativo con singularidad y fuerza. Regional pero con gravitación universal. ya la metrópoli no asegura nada. Países como Francia con todo lo que tienen, no están produciendo al menos en poesía no hay nada de relevancia notable. En cambio de otros países como Namibia, de una aldea, de una choza de barro sale un genio.
– ¿Qué estás leyendo ahora?
– Ahora estoy leyendo a Oliver Sacks, un estudioso del cerebro. También los ensayos sobre poesía de Oteriño y releyendo la Biblia. En este interín aproveché de leer todos esos libros que tenía a medias, releer el Quijote, las obras de Shakespeare, ese libro de Borges sobre Julio Cortázar y siempre poesía nueva que me acercan.
– ¿Sos lector que avanza por muchas vías?
– Si si, soy un desastre, tengo 7 u 8 libros abiertos al lado de la cama…
– ¿Cómo te llevas con la tecnología?
– Absolutamente mal, soy un tanto creo que…prehistórico, no me gusta la pérdida del diálogo físico emocional, son intensidades que no vienen en esta especie de telegrama con hipo que es what saap
– Esto del bosque de poesía me recuerda a otra idea tuya. Alguna vez planteaste de que en las escuelas, a la entrada, se leyera un poema por día…
– Es que fijate, por ejemplo con este tema de la pandemia, se ha colado la poesía y ha entrado por todos lados, ha inundado las redes, ha vulnerado editoriales, todo…Lo mas importante es que lo tienen que asumir los profesores de literatura y tienen que entender lo siguiente, para cualquier docente: antes de comenzar la clase a los chicos se le lee un poema, el nombre del poeta y el año. Calculemos, al cabo del año se han escuchado 200 poemas. Sin explicaciones, porque con la poesía no funciona el análisis de texto de la prosa. La poesía entra y es recibida por cuarenta radares y sensibilidades distintas que van a registrarla y procesarla de diferente manera. No se lo puede destripar ni explicar, a veces ni el propio autor puede explicar lo que escribió. Es una idea linda, tan simple y que no vulneraría la currícula, nada…
Hay que despertar al creador que hay en cada alumnos. La poesía te llena la cabeza de detonantes, la poesía viene con revelaciones, con golpes recogidos en distintas dimensiones y son verdaderos. Porque siempre la poesía tiene que ser hecha con la verdad.
Para el 2021 el Teuco tiene varios viajes pendientes que incluyen Madrid, Ecuador, Nueva York y posiblemente París, porque así, como al pasar, sin alharacas cuenta finalmente que quizás pueda hacerse una escapada a París, porque en la Sorbonne estuvieron dictando este año un curso sobre su poesía.
– ¿Algo más que nos quieras contar?
– Quiero decir algo sobre Artenautas. Hago personalmente un llamado a las autoridades para que apoyen la empresa de Artenautas que viene a pulmón sosteniendo la cultura de esta provincia cuando nadie pensaba en un medio de difusión de la cultura. Los gobiernos tienen que darse cuenta que si hay algo que le da potencia y vidriera a la provincia es la cultura. Por eso es reconocida Salta, por el paisaje y la cultura.
Se acerca el mediodía y quiere almorzar con su hija, per antes de partir enciende el último cigarrillo para contar de qué se trata el collar que lleva y riendo confiesa que “es un collar Shangú, de los amantes y bebedores. Pertenece a la religión del candomblé…yo soy ateo politeísta, me encantan las creencias pero no creo en dios obviamente, porque estudié mucho la religión y me he dado cuenta que a los dioses no los inventa el hombre sino las religiones…lamentablemente.”
Así de poeta, así de humano: el “Teuco” Castilla en cuerpo y alma.
Entrevista Patricia Patocco
Fotos Pablo Karanicolas