Estuvieron en Salta, Nadia Frink y Pitu Saa, los autores de las conocidas obras “Antiprincesas” y “Antihéroes”, porque además de ser autores, andan por la vida en contacto con docentes, padres y chios/as, «desprincesando historias» a través de charlas y talleres. Su presencia en Salta se efectivizó por la “Kermés “ Literaria, la expo libros infantil y juvenil que se realizó en la Biblioteca Provincial y que congregó a un nutridos mundo de niños y docentes deseosos de participar de talleres, de pensar, jugar y conocer novedades.
La colección de libros de estos autores, desde hace algunos años desafía las miradas y los prejuicios desde kioscos de revistas y librerías, poniendo en el podio de las novedades historias diferentes, en la que los héroes y heroínas son otros: no ya los clásicos conocidos, sino otros personajes de la historia o del arte latinoamericanos puestos al alcance de los niños, contados para ellos de maneras simples, originales y divertidas.
Hay en México, en Chile y España, algunos antecedentes y obras sobre mujeres científicas y en paralelo van saliendo algunos libros cuyas protagonistas son mujeres, pero ninguno con la masividad y originalidad de estas ideas que siguen ampliando y construyendo hacia Latinoamérica.
Nadia Frink es maestra jardinera, periodista y editora y Pitu Saa es ilustrador, ellos junto a Martín Azcurra conforman un activo grupo, desde donde sueñan y trabajan por infancias diferentes.
En diálogo con ARTENAUTAS comentaron cómo se gestó la idea y la intención de un trabajo que pronto creció en el interés de chicos y grandes.
“La idea surge allá por el 2015, junto a Nadia y Martín, con quines además formamos el sello editorial coperativa Chirimbote- relata Pitu Saa, quien ya trabajaba en ilustraciones sobre todo haciendo trabajos sociales- Teníamos ganas de contar historias de personas reales y acercarle a los chicos historias y temáticas de personajes latinoamericanos, a las que no acceden normalmente: Frida Khalo, Violeta Parra, Juana Azurduy, Eduardo Galeano, Julio Cortázar”
“Martín y yo trabajábamos él como diseñador y yo como periodista y editora – dice Nadia- nos conocimos con Pitu y salió la idea . Nos animamos a hacer el primer libro que fue el de Frida, luego Violeta y Juana y recién después llegó el primer antihéroe, Julio Cortázar. Pensamos que iba a ser algo pequeño, una tirada inicial de 1000 libros y cuando llegó el de Violeta a los dos meses, justo coincidió con el primer “Ni una menos”, entonces hubo también un contexto favorable para que se divulgara nuestro proyecto. Se fueron tejiendo la redes pero al comienzo, íbamos nosotros a los kioscos, luego contratamos una distribuidora augestiva también, que creció junto a nosotros”.
-¿Tenían alguna formación en temas de género o solo la mirada despierta?
-No, ninguna formación. De hecho tampoco la tenemos ahora, pero sí teníamos una mirada diferente. Yo soy maestra jardinera desde hacen 20 años y la discusión estuvo centrada primero en los cuentos clásicos. No desde una perspectiva de género que aún no teníamos, sino desde el lugar en donde se ponían a las mujeres en esos cuentos: en lugares de quietud, de espera, de aburrimiento y donde la historia se ponía buena sólo cuando aparecía el príncipe o el héroe…
– ¿Cómo es el proceso de elaboración?
-Primero elegimos el personaje, cuestión que cada vez se pone más compleja y no porque falten sino porque cada vez descubrimos más y en cada lugar dónde vamos nos cuentan de las que podrían ser “sus” propias antiprincesas y antihéroes así que cada uno va perfilando sus preferidos. Una vez que lo elegimos, se dibuja de cuerpo completo para “ver” al personaje, mientras tanto se van realizando los textos y los diseños y es un constante ida y vuelta, hasta que consideramos que queda bien.
Además de los libros individuales también integra la colección “La Tríada sin coronita, más la antiguía de antiprincesas”, una edición especial. Preguntados sobre los contenidos Nadia y Pitu dijeron ”Esto salió de una “guía de princesas” que le regalaron a una conocida que daba indicaciones de cómo sentarse, que decía cosas como que «una princesa no saluda a todo el mundo», «las mujeres no estornudan en la mesa…», o sea como que jugaran a ser princesas en la vida real y por eso armamos esa antiguía para antiprincesas.
Hay que contar además, que los libros tienen además del cuerpo principal de la historia, muchos guiños a los lectores, animales que hablan, burbujas de actividades o aclaraciones, recuadros con ejemplos, dibujos bien hechos y diseños activos que complementan un lenguaje de esta época, entendible para cualquier infancia.
– ¿Cómo los recibieron en Salta?
“Acá en Salta, a través de las charlas vimos cierta disparidad. Nos tocó un grado en el que las chica y chicos reflexionaban sobre los juegos, los juguetes, contaban que una era la goleadora del grado …se ve que había algo trabajado en ese grado. Pero también nos pasó en abril, de que llegamos a un profesorado en el que costó mucho romper el hielo y poder pensar en conjunto otras alternativas al pensamiento común”
-¿Uds siguen apostando al libro en esta era digital?
-Si, pensamos que el libro no va a desaparecer. Nos parece que lo digital avanza pero también es un poco elitista porque no todos tienen acceso a la tecnología. Son solo herramientas, y mientras nos ayuden a difundir lo que intentamos transmitir, bienvenida sea. Lo vamos pensando.
-¿Qué personajes se vienen, pueden contar algo?
-Estamos trabajando en la Liga 3. Hicimos las Ligas 1 y 2, que son luchadoras por la liberación de América, porque también sabemos que hay poca visibilidad de la tarea de las mujeres históricas sobre todo, las luchadoras por la emancipación y queríamos mostrar ciertos antecedentes de de la lucha colectiva de las mujeres de hoy. Nos parecía interesante, aunque mezclamos ficción y realidad.
La protagonista va a ser Dandara, una esclava que lideró una rebelión en Brasil.
– ¿Y qué pasa con los antihéroes?
– Si, los vamos trabajando…lo que pasa es que estamos en un momento histórico de deconstrucción y trabajo intenso de las mujeres, así que pensamos que los antihéroes también pueden esperar un poquito por una vez, no?
– ¿Qué trabajan en sus talleres?
– Trabajamos por infancias libres, con la idea de abrazar todas las infancias en todas su dimensiones y dejar que crezcan pudiendo elegir, es nuestro lema. Sobre todo hablamos de las eleccionesde oficios, y de los oficios de escribir y dibujar que los chicos a veces, piensan que es algo extraño y remoto… y no lo es.
– ¿Qué piensan del lenguaje inclusivo?
-No encanta. Siempre trabajamos con las y los, chicos/ chicas. Creemos que el lenguaje es algo activo, no cerrado y con las dinámicas nuevas de participación y de ganar derechos, también creemos que está muy bien que se traccione eso.
El las y los de nuestras historias también quedó muy binario, lo sabemos. Vemos que las pibas hablan con el “Le” que en realidad es un neutro que el latín tenía y quedó en el camino de la historia, pero nos encanta (explica Nadia)
“ También pensamos – remata Pitu- que eso de no tocar lo que dice la Real Academia Española, como si fuera un edificio… ¿Porqué no se puede tocar nada?, si todo el tiempo se agregan palabras, lunfardo, léxicos y demás, entonces, ¿por qué tanta resistencia?”