Mariana Carrizo, la coplera ofreció en Salta un excelente espectáculo con motivo de la conmemoración del Día de la Mujer: “Gobernadora: Libre y Dueña” fue un concierto muy especial.
A la habitual frescura de Mariana, que intercala con acierto sus coplas, el canto y su buen humor, cada vez más afinado en esa tarea de decir verdades arrancando risas, se le sumó esa noche un verdadero catálogo de artistas que colaboraron en poner el broche de oro a una jornada de lucha y conmemoración.
Mariana, fuera de todo estereotipo muestra con audacia su arte y sus ideas.
Lejos del poncho, que en otras ocasiones sí usa; su atuendo urbano, sus sandalias rojas y el detalle de la cinta verde en su largo pelo trenzado brindan de entrada la pauta de que estamos ante una artista que hace y dice lo que desea. Desde coplear a viva voz temas picarescos, feministas o criticando medidas gubernamentales hasta cantar “Doña Ubenza”, acompañada por las imágenes del corto multipremiado acompañada de los vientos de Daniel Damico.
Subieron al escenario de Casa de la Cultura, Teresa Leonardi Herrán, la “Kuky”, quien leyó tres de sus más inspiradores poemas alusivos a mujeres que la deslumbraron por su obra o su destino, que arrancaron los primeros aplausos enfervorizados de la noche. Es que la hondura de su poesía, su presencia de pájaro libre y su férrea voluntad de participar pese a la noche lluviosa fue un mensaje profundo para los presentes.
Pero la noche tuvo mucho más, como un abanico de vivencias: siguió el humor de “La Quipi”, que arrancó carcajadas en el público, la guitarra de Tamba Villegas, la magia del piano de María Fernanda Bruno y la voz de Gabriela del Cid, la poesía de Ruth Kaufman (sí, la poeta que hace leer y escribir a los jóvenes y que podemos admirar desde el programa “Susurros y Altavoz” del canal Encuentro, ahora en you tube), la coplera Micaela García, quien hizo las delicias del público con su hablar vallisto y su clarísima voz para las coplas tradicionales. Finalmente se lució en visuales Fidela Carrasco.
Mariana provoca, sola o con otros artistas, con atuendo de coplera tradicional o en tacos rojos, copleando o cantando provoca un arco de sentimientos: desde la risa a la emoción. El público?, muy agradecido, por supuesto.
( P.P.)