Mariana Carrizo es coplera, recopiladora y cantora salteña. Su carrera musical ha comenzado muy tempranamente ya que desde muy pequeña recorrió cerros entonando el canto ancestral de los Valles Calchaquíes y luego, fueron los festivales argentinos y el mundo con las coplas, arte milenario del noroeste argentino, como bandera. De hecho, siempre llega acompañada por su caja, su compañera inseparable y emblema.
Entre sus características está la autenticidad de sus búsquedas musicales y de su decir, siempre con un gran sentimiento, sin dejar de lado la ironía y la gracia que la convierte en una de las preferidas en cualquier escenario al que sube.
Es además, una artista de fuerza arrolladora que ha compartido escenario con artistas de los más diferentes rubros como León Gieco, Dino Saluzzi, Residente, Dulce Ponte, Lila Downs, y muchos otros que han marcado hitos importantes en su amplia experiencia. por eso, al iniciar la charla le preguntamos si es verdad que la clave de su fuerza creativa estuvo en su infancia.
– Así dicen. Pero no soy una persona que tuvo que elegir. Es parte de mi cultura, yo nací en los cerros y cantar coplas es parte de nuestra vida, de mi acervo cultural. Allí, en los cerros una fiesta es algo muy especial y es parte de nuestra cultura, ceremonias espirituales y rituales a la que se suman las fiestas patronales de origen criollo, entonces en cualquier pueblo chiquito se arman escenarios, parlantes y se arman los espectáculos. Siempre canté y la primera vez que subí a un escenario fue en el Festival del Poncho en Molinos. En esa época era chiquito y yo también, tenía 8 años. Cantar ahí fue muy especial porque yo tenía un sueño, que los cóndores me llevaran a pastorear con ellos yo cantaba muy fuerte para que vengan por mi, y claro, nunca sucedía. Pero esa noche, en ese escenario yo sentí que estuvieron ellos y me llevaron a volar por lugares indescriptibles, mágicos que solo mi alma percibió. Y sigo teniendo la misma sensación cada vez que subo a un escenario.
– ¿Ahora que sos adulta, ves con mirada crítica el haber trabajado desde niña?
-No, a mi me parece normal, todo lo que hice estuvo bien porque gracias a eso pude desarrollar lo que soy y lo que seré. No me arrepiento ni como artista ni como persona. Siempre supe el valor que tenía lo que hacía, preparaba mis actuaciones. Amo este privilegio de mi voz y se que eso tiene un valor. Siempre puse el respeto a eso. De ahí a que la gente lo respete hay un trecho, aún ahora.
Luego llegó a la capital de Salta y trabajó muchos años en el Tren a las Nubes, acompañando con sus coplas el placer de los viajeros ante la inmensidad de los paisajes de montañas.
“Un día salté al vacío. No podía hacerlo porque tenía ya a mis dos hijos, sola, de padres “aborteros” y necesitaba el ingreso, que era magro pero me permitía vender mis discos, así que fue muy arriesgado y lo hice. Tuve suerte, me llamaron de Cosquín y luego que obtuve aquel Premio Consagración en 2004, comenzó otro plano de mi carrera”
Mariana anduvo por muchos lugares y escenarios en el mundo y afirma que muy pocos países tienen tanto amor por su música como la Argentina “a pesar de que ahora no están buenos los festivales, porque dejan de lado mucho de lo esencial, de lo que está en los pueblo. Yo hice una militancia del canto de la copla. Hoy es cool agarrar una caja, pero antes no era así… Y lo real es que la copla es la esencia espiritual de un pueblo, es lo que representa a la gente. Yo soy visceral como la copla”
En el año 2015 lanzó un videoclip, un corto del tema Doña Ubenza, del compositor Chacho Echenique (Dúo Salteño) donde cuenta de una mujer en la inhóspita y profunda montaña, y la filosofía de vida desde ese universo como mensaje de identidad existencial, en la realización de Birque Animaciones dirigido por Juan Costa.
“Esa animación y las presentaciones que vinieron después fueron muy gratificantes. Me sucede que no puedo cantar lo que no siento…si no me siento de pástico y a este tema, bueno… lo tenía en el corazón. Pasa que de niña tenía un gran enojo con una mujer que le iba a dar la comunión a mi abuela allá en el campo y ella tenía un profundo agradecimiento. Pero vivíamos con lo justo y ella le regalaba lo mejor que teníamos con ese sentimiento de la abundancia y a cambio la mujer le llevaba alguna naranja seca. Me enojaba muchísimo. Al principio no me animaba a esa canción porque tenía un inmenso respeto por el Duo Salteño y yo sufrí de algún modo esa estigmatización de cantar solo coplas, que no me hicieran lugar en los festivales, que consideraran a la copla como el canto de los pata sucia, del pueblo de la orilla…hasta que me animé, me pude sacar esa estigmatización, recién pude hacer ese video que pueden ver en mi canal, que es para niños y recorrió el mundo cosechando una gran cantidad de premios”
– Le diste un lugar a la copla…
– ¡Pero es que no se lo tenía que ganar!, es su espacio, pero se imponían otras cosas en esa época. El canto de la copla es del espíritu así que creo que sea cual sea el idioma de quien escucha es un abrazo de almas…
– Fuiste de las primeras en cantar coplas feministas
– De toda la vida, solo que cuando fue la eclosión y llegó el proceso del tiempo ahí se dividieron las aguas y se entendieron las cosas que venía diciendo. Es complejo y falta mucho pero es muy bonito el momento que estamos viviendo y tantas mujeres dormidas, anestesiadas que van despertando.
El feminismo está en construcción y toda la sociedad se va ubicando y nos vamos deconstruyendo. Tanto la mujer como el hombre tiene sus derechos y no es que se quiera pisotear a los hombres sino que pedimos equidad.
- Al comienzo hablaste de tus hijos y sus “padres aborteros”, cómo fue la experiencia de la maternidad?
- Yo les digo que fueron mi pasaporte a la libertad. Los tuve, me fui de la casa de mis padres y pude pensar y empezar mi carrera como carrera artística. Fueron mi re nacimiento. Hay una parte que no me gusta de tener hijos…ya nunca mas sos libre del todo, no es negocio- dice entre risas-
– ¿Qué es el humor en tu vida?
Dicen que el humor siempre es una coraza y una transformación. Ha sido mi aliado siempre, es algo natural en mi. Puedo estar muy triste pero el humor, siempre aflora. Por ejemplo me encanta Violeta Parra pero no puedo cantarla de lo triste que son sus temas. Para mi es necesario alguito de humor para poner entusiasmo a todo ¿no?
– ¿Como vivís esta etapa de tu carrera?
– Intensamente, viajes, planificación, producción si no hubiera tenido este espíritu no podría haber construido mi carrera. Soy inquieta, amo el lugar de donde vengo y esa es mi existencia. Desde ahí armo mis espectáculos, por ejemplo el “Concierto para las almas”
Escuchá la entrevista completa en el podcast GEMAS en Spotify de Vorterix Salta
(Patricia Patocco)