El viernes 19 de noviembre a las 21 horas, la Orquesta Sinfónica de Salta ofrecerá un nuevo concierto bajo la dirección de Alicia Pouso como directora invitada y David Benitez como solista en piano.
En este encuentro se interpretará Concierto para piano y orquesta Nro. 3, Op.
37 de Ludwig van Beethoven y Sinfonía Nro. 8, en sol mayor, Op. 88 de Antonín Dvořák.
Entradas de $150 a la venta a partir del lunes 15 del corriente en www.saltaticket.gob.ar y en boletería del Teatro. Estudiantes y jubilados ingresan de manera gratuita acreditando su condición mediante tarjeta Saeta o libreta universitaria; jubilados deben presentar recibo de sueldo (se les solicita retirarlas por boletería días previos a la función para optimizar el ingreso de los espectadores a la sala)
Alicia Pouso, directora
Directora Titular de la Orquesta Académica de Mendoza desde 2017, organismo que recibió la Declaración de Interés Cultural por el Honorable Consejo Deliberante de Guaymallén, Mendoza. En 2019 fue nombrada Directora Titular de la Orquesta Municipal de Las Heras.
La carrera de Alicia involucra un especial compromiso hacia la formación y desarrollo cultural de los jóvenes, para lo que realiza talleres gratuitos de instrumento y dirección orquestal, actividad premiada en reconocimiento a su trabajo social, de inclusión y de lucha por los derechos de la mujer, por el Senado de la Nación Argentina 2019.
Desde 2020 gestiona, coordina e imparte el Seminario Internacional de Dirección Orquestal: Introducción a la dirección desde una perspectiva femenina, junto a destacadas directoras de orquesta, de trayectoria internacional. El seminario fue declarado, ese mismo año, de Interés Legislativo. Durante el año 2021 ha realizado la Clínica en Dirección Musical para suboficiales de la Fuerza Aérea Argentina, a nivel nacional.
Oriunda en la ciudad de Tandil, Alicia Pouzo comenzó sus estudios de música a los 10 años en el Centro Polivalente de Arte y más tarde ingresó al Conservatorio de Música “Isaias Orbe”; donde se tituló como Maestra de Música, a los 17 años, con Medalla de Honor, por promedio elevado.
Estudió Dirección Orquestal con los maestros Guillermo Scarabino y Carlos Vieu, en la Universidad Católica Argentina, y piano con el Mtro. Antonio Formaro. Se tituló en 2007 con diploma de honor. En 2008 comenzó su perfeccionamiento en Dirección Operística con el Mtro. Carlos Vieu. Ha realizado diversos cursos y masterclasses con los Mtros. Andreas Winnen (Alemania), Jordi Mora (España), Rodolfo Saglimbeni (Venezuela) y Luis Gorelik (Argentina). En 2019 fue seleccionada como becaria para las Pasantías de Dirección Orquestal con el Programa de Cultura del CFI en Paraná, Entre Ríos.
Entre las orquestas que ha dirigido se encuentran la Sinfónica de Entre Ríos, la Filarmónica de Río Negro, la Filarmónica de Mendoza y la Sinfónica de San Juan entre otros. En el terreno operístico ha trabajado en el Teatro Argentino de La Plata, Teatro Avenida de Buenos Aires y Teatro El Círculo de Rosario.
David Benites, pianista
Nació en Salta, donde comenzó sus estudios musicales, en la Escuela Superior de Música, con la Prof. Zulema Passini. Durante 6 años cursó estudios pianísticos con el Mtro. Javier Anderlini, titular de la Orquesta Sinfónica de Salta. Completó el “Trayecto Artístico Profesional” (técnico en piano).
Tomo clases de música de cámara con los violinistas, Mtros. Inga Iordanishvilli y Vitkor Muradov, las pianistas Georgina Luza, Fernanda Morello, María Fernanda Bruno (actual maestra), el cellista José Araujo y con el “Dúo Isas-Kwiek” (violín y piano).
Participó como oyente y alumno activo en clases de piano de Celina Liz, Ralph Votapek, Daniel Campos, Fernanda Morello, Fernanda Bruno, Walter Ponce, Fanny Solter, Alexander Dossin y Ricardo Castro, entre otros.
Integró la Camerata Stradivari dirigida por los Mtros. Muradov y Iordanishvili Durante tres años se desempeñó como pianista de la “Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de Salta. Participó en conciertos de cámara de AMG Producciones Musicales. Se presentó como solista en el Teatro Provincial de Salta, la Casa de la cultura, Pro-cultura, entre otros. Fue invitado en numerosas ocasiones para participar como solista de piano y teclados en la Orquesta Sinfónica de Salta.
Participó de destacados festivales como el “Festival de piano de Cochabamba” (Bolivia, 2012) y del “IX Festival de Música de Santa Catarina” (Brasil, 2014).
Actualmente cursa el 5° año de la carrera de “Lic. En Artes Musicales/ Instrumento Piano” en la Univ. Católica de Salta. Se desempeña como Pianista acompañante, Profesor particular de piano y continúa con su actividad concertística.
Sobre las obras y sus compositores
Ludwig van Beethoven (1770-1827) Compositor, director de orquesta y pianista alemán, hijo de un músico y tenor de la corte, con quien inició su formación. Es el centro de la transición entre el clasicismo musical del S. XVIII y el romanticismo del S. XIX. Es considerado, junto a Bach y Brahms, integrante de «las tres B». Su carrera tiene tres periodos creativos: el primero enmarca composiciones con un modelo similar al de Mozart y Haydn, sin rasgos innovadores. El medio, o “heroico”, comienza después de la crisis por su lucha contra su creciente sordera, lo que genera la madurez de sus creaciones, con dominio absoluto de la forma y la expresión. El tercero, o “tardío”, se caracteriza por su profunda carga intelectual, sus innovaciones formales y su intensidad, en obras con un lenguaje armónico, poco convencional y apreciado en la época. Su arte se expresó en numerosos géneros, aunque las sinfonías fueron la fuente principal de su popularidad internacional. Entre 1798 y 1805 el compositor se dedicó a sondear intensamente en las posibilidades instrumentales, un camino que lo llevaría a la perfección, como sus magistrales Sonatas para violín y piano.
Concierto para piano y orquesta Nro. 3, Op. 37 (1800) Este concierto, dedicado al príncipe Luis Fernando de Prusia, se estrenó en Viena, con el compositor como solista. Se aprecia un estilo más personal, distante de Mozart. Ignaz von Seyfried, alumno de Beethoven, comentó que se consideraba afortunado por haber sido elegido para voltear las páginas, aunque algunas estaban incompletas: “Vi páginas vacías con aquí y allá lo que parecían jeroglíficos egipcios, ininteligibles para mí, garabateados para servirle de pistas. Hizo la mayor parte de su papel de memoria, ya que, obviamente, había puesto tan poco en el papel. Así que, cuando llegaba al final de algún pasaje invisible, me hacía un guiño subrepticio y yo pasaba la página. Mi ansiedad por no perderse tal asentimiento le divirtió mucho y el recuerdo de ello en nuestra cena después del concierto le hizo reír a carcajadas.” La introducción orquestal se anticipa a los suaves trinos del piano, que aceleran hasta lograr un majestuoso, pero oscuro clímax. El segundo movimiento comienza con una maravillosa melodía de piano solo. El movimiento lento es un oasis de calma entre agitados movimientos externos, con la extensión del piano acompañado por cuerdas apagadas. Los arpegios del piano se enrollan con cuerdas y vientos de madera seguidos por un pasaje mágico en el que sus arpegios acompañan a un dúo de fagot y flauta.
Antonín Leopold Dvořák (1841-1904), natural del Imperio Austríaco, es uno de los grandes compositores post románticos de la segunda mitad del S. XIX. Considerado el principal representante del nacionalismo checo, supo extraer las esencias musicales de su tierra natal, sin perder la proyección internacional. La fe cristiana y el amor de su herencia bohemia influyeron en su obra. Saltó a la fama con su composición “Himno Patriótico” (1873) de hondo calado nacionalista y obtuvo el reconocimiento internacional con su colección de “Danzas eslavas”.
Sinfonía Nro. 8 en sol mayor, Op. 88 (1889). Es una tierna sinfonía inspirada en la música tradicional bohemia que tanto amó. La compuso durante el verano, en su villa cercana a Praga. El brillante inicio se caracteriza por la poderosa percusión, seguido por un movimiento con un hermoso solo de violín que alcanza una atmósfera reservada pero gozosa. La mayor parte del tercer movimiento es una graciosa danza, muy vivaz. La fanfarria del final evoluciona hacia una hermosa melodía que inician los cellos. La tensión crece y se relaja cuando una cascada de instrumentos tocan el tema inicial y dan paso a un trino de la trompa, que suena como un elefante moribundo. La obra termina en una coda cromática, en la que se destacan los metales y la percusión.
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