VÍCTOR HUGO LELLÍN

Victor Hugo Lellín, gran poeta salteño y uno de los hacedores importantes de la poesía en la gestión y edición a través de su tarea en la Comisión Bicameral que desde la Legislatura salteña editó por años a la mayoría de los autores salteños, ha fallecido ayer a los 77 años.

Entre sus obras más destacadas se cuentan  Estadía poética, 1968, Canto a dos voces, 1973, Como un zurcidor de rastros, 1987, Había una vez un circo, 2004, en coautoría con Maggie Coll.

Hombre de una bonhomía transparente obtuvo premios y reconocimientos tanto en Córdoba como en Salta.

Lo recordaremos para siempre en estos lares, no por la profunda pena que afloraba a veces cuando hablaba de su hermano desaparecido, sino más bien por su esperanza, por el amor a sus hijos, por su acompañamiento en la lucha de las mujeres (desde un comienzo), por esa rebeldía que lo hizo soñar con un mundo diferente.

Gran amigo de otros artistas locales, co-creó con muchos de ellos, poniendo palabras a fotografías, pinturas y otras obras plásticas que recorrieron los museos y galerías de Salta por varias décadas.

La fotografía de Isidoro Zang que ilustra la nota fue un mural callejero al que le puso su palabra, justamente en tiempos violentos, especialmente para las mujeres.

Dice así:

te quiero viva

viva y ascendente

como un árbol lleno de espejos y de pájaros

heroica de veredas y maizales

en mediod e un viento

que tiene esperanza de pan y de banderas

 

te quiero iva

mostrándome caminos

y te quiero viva

viva porque te quiero

( Víctor Hugo Lellín, 2022)