Por Guaira Castilla
Hacía días que lo andaba recordando.
Con el plástico Francisco Soto y el cineasta Rolando Pardo, de sobremesa al calor del solcito y del ají, Francisco contó la idea de un trabajo de títeres para teatro negro. Reímos y comenzamos a sugerirle casos que podría incluir en la obra.
Francisco contó del Teatro Negro de Praga que vio en París y recordamos al Pequeño Teatro Negro de Salta que fundó Coco con Juana Aliberti
Lo extraño es que a la semana, anoche, desperté y en menos de una hora, escribí muchas ideas y hasta un posible final para la obra de Francisco. Hasta que tuve que apagar la luz y volver a dormir.
Hoy que me entero de lo del Coco, pienso que ha estado conmigo iluminándome el pensamiento.
Lo conocí en el Primer Festival Internacional de Títeres de Salta que organizaba con su compañera y con el poeta José García Bes.
Luego lo vi en Buenos Aires donde organizó generosamente la presentación de mi trabajo para los artistas.
Algunas veces lo veía en Salta, o iba yo pisándole los pasos en México donde el maestro iluminador de un gran teatro lo recordaba con mucho respeto.
Dos encuentros, dos abrazos, unas risas y todos sus maravillosos trabajos.
Hoy que se vuelve a ir por el mundo, se que lo seguiré tras de sus pasos con los mismos asombros que dejaba en mis pupilas como el destello de una velita mariposa.
Salta 31 de mayo de 2022