DE PIE

Lucía, la chica drogada y violada hasta morir en Mar del Plata estremeció a toda la sociedad y por eso se convoca a vestirse de negro, a parar actividades por una hora  y a marchar el próximo 19 de octubre.

Las noticias dicen que  Donald Trump, tocó los pechos de una mujer que viajaba al lado de él en un avión. Fue hace años y nadie se enteró…ella lo cuenta ahora, cuando pudo reaccionar porque otras mujeres se animaron a contar otras bajezas del candidato a presidente del país más poderoso del mundo.

Cruzando la vía, acá cerca- la vía casi abandonada que atraviesa todo el macrocentro de Salta-  una vecinita de 15 años pasaba caminando y un hombre en bicicleta le sobó los pechos con brutalidad…y solo se escuchó el grito helado /desesperado de la niña en plena siesta.

¿Cuál es la diferencia?. Distintos grados de violencia en un “in crescendo” demencial.

Esto ocurre desde siempre, pero ahora es peor.

Los predadores sexuales atacan sin piedad.

Se han reproducido al amparo del anonimato, del callar por siglo de las mujeres y del mirar para otro lado de los hombres. En el mundo más “desarrollado”, acá a la vuelta, en Ecuador  o en Mar del Plata.

El machismo, es el poder violento del macho sobre los demás. El poder, de eso se trata. Pero esto es mucho más, es el poder enloquecido,  el que ahora ataca por todos lados, en todo el mundo.  La saña violenta y la droga, están en la escena también.

Esta predación sexual es la transfiguración monstruosa del poder extraviado. La brutalidad a extremos inaceptables, inimaginables.

Quizás existió siempre, solo que ahora nos enteramos todos gracias (y no por culpa de) los medios de comunicación.

Quizás ahora solo se ha visibilizado. Aunque, las estadísticas en Argentina afirman que de 2008 a 2015 aumento un 78%.

Es hora de repeler el espanto. Es tiempo que la humanidad cierre filas y que empecemos a cuidarnos unos a otros.

Los predadores acechan.

Es tiempo de que los hombres de buena voluntad que son mayoría : hijos, compañeros, maridos, padres, todos…los que valoran la vida humana, se unan junto a las mujeres, sus semejantes, en defensa de la vida. Estamos en un tiempo histórico donde ya es inadmisible pretender poner a un sexo sobre otro, comparar sus virtudes y sus limitaciones.

Los predadores sexuales están al acecho y tenemos que estar alerta. Basta de mirar al costado, basta de echarle la culpa a las mujeres, a las travestis, a las niñas.

Las mujeres no estamos en pie de guerra- como creen estúpidamente por ahí- estamos de pie, con el corazón negro de dolor, con las vísceras lasceradas por tantas injusticias y muertes.

La violencia sexista nos mata. Los predadores vienen atacando de hace siglos.

Esperamos que la sociedad entera se ponga de pie.

 

(Patricia Patocco)