“Detrás de las imágenes” METÁFORA DE LA REALIDAD

Daniel Medina es periodista y escritor.
Diariamente recorre las calles de las ciudad buscando noticias y escribe…y en sus ratos libres, escribe. Del periodismo a la literatura sin escalas, buscando nombrar a través de la ficción otros mundos, otras realidades.
Primero publicó “Oparricidio”, cuentos y este año fue la hora de la novela
“Detrás de las imagenes”
Conversamos con él sobre su tarea “Trabajo de 9 a 5 de la tarde, pero escribiendo cosas de trabajo, luego al salir, llega la hora de dedicarme a la ficción. Mi idea es escribir una hora por día pero a veces no lo logro. Con la novela me pasó que me impuse otro ritmo, cuatro horas de trabajo sí o sí. Traté de hacerlo y así terminé en cuarenta días el primer borrador, lo más difícil”
Daniel empezó a los 18 años escribiendo los primeros cuentos al tiempo que estudiaba la carrera de Letras “ Cuentos que después tiré a la basura…”- dice
– ¿No te arrepentís de eso?
– No, porque creo que son etapas que hay que superar y está bueno aprender y darse cuenta que no todo sirve para publicar.
– Con el tema de las redes sociales cada vez más gente escribe o muestra lo que hace, ¿qué te parece?
– Si, pero yo creo que no todo es mostrable ni publicable.
Tengo una novela, por ejemplo, que es anterior a ésta y creo que no es para publicar…
-¿Venías de los cuentos, de “Oparricidio”, te resultó difícil la novela?
– Es distinto, fue todo un desafío planear algo mucho más grande. En cuento uno imagina una estructura, sabe a donde va, la cumple y listo. En una novela es distinto, a veces uno escribe una semana y no sabe a dónde va.
– ¿Confiás en tu criterio o mostrás el material que vas escribiendo?
– Generalmente mi esposa es una de las primeras lectoras (María de los Ángeles Rojas, periodista) y también tengo un par de amigos más a los que le paso el manuscrito y vamos viendo, acepto sugerencias. Si veo que detectan algunos problemas en común, pienso en hacer modificaciones.
– ¿Cuando comenzás ya tenés la historia armada en tu cabeza o vas produciendo a medida que escribís?
– A veces tengo personajes que me inquietan y trato de armarles una historia. Ando con un cuaderno y anoto ideas para cuentos o esos personajes que quiero utilizar. Y cuando me siento a escribir es porque ya tengo la historia pensada.
– Y en “Oparricidio”, ¿cuánto tiempo llevó escribir todos los cuentos?
– Es relativo. Entre algunos cuentos mediaron cinco años así que no lo puedo precisar. Pero es bueno porque el tiempo te da la pauta de qué cuentos resisten. Algunos envejecen muy rápido.
-¿Y con la novela?
– La pensé mucho tiempo antes bajo la premisa de qué pasaría si hubiera un apocalipsis zombi en Salta y se fue transformando sobre la marcha. Uno de los ejes fue la relación de you tube y las redes sociales. Los capítulos están pensados como videos de you tube y el planteo es ese, ¿Por qué la gente postea tanto en las redes sociales?, ¿cómo uno se vende a sí mismo en las redes sociales? El uso de los medios y esas imágenes. Parte de la historia se centra en Buenos Aires, en gente que monitorea las cámaras de seguridad y vende videos graciosos a partir de las historias que la gente de Salta, padece.
– ¿En alguna medida es una metáfora de la realidad?
– Es que me parece que eso está pasando. Hay problemas para diferenciar la ficción de la realidad. Hay gente que se ríe de situaciones violentas, de accidentes, de problemas…Hay un capítulo que está estructurado como posteos de gente que se está insultando entre sí y a través de esos textos comentan un video. Pasa en la realidad también, los niveles de violencia son increíbles de las redes.
– ¿Cómo se dio publicar en la editorial Nudista?
– Me contacté con esta editorial de Córdoba que tiene alcance nacional y me recibieron muy bien. Uno de los problemas que tenemos en Salta es la distribución. Es casi imposible hacer que un libro salga de la plaza. Esto me daba otra posibilidad.
Ojalá se pudiera implementar alguna política de distribución acá en Salta. Además a los autores les resulta tedioso ir por las librerías y hacer ese trabajo…creo que en eso está fallando la política cultural.
– ¿Hay una nueva generación de jóvenes escribiendo?
– Veo a mucha gente talentosa escribiendo, no se si se puede hablar de una generación. Pasa que para ser narrador hay que ocuparse mucho tiempo, ir a talleres, perfeccionarse y nadie puede vivir de la escritura. Por ahí es más sencillo en eso, la poesía.
-¿Con qué nutrís tu escritura?
– Con todo, veo muchas series y películas, trato de estar atento a todo lo que sucede en la realidad. Cuando empecé a trabajar tenía compañeros diez años más grandes que yo y uno me hacía escuchar tangos. Ahora, mis compañeros son gente de poco más de veinte años así que me hicieron aprender de otras música, rap y demás. Todo eso nutre…Cuando uno escribe, todo lo que escucha, suma.
– ¿Quién es tu público?
– No lo se…por las repercusiones en las redes veo que es mucha gente joven, inclusive adolescentes. Se que la novela ya está circulando en otras provincias y es una incógnita ver como se recibirá porque es un libro con muchos “salteñismos”, de hecho tiene un glosario, así que veremos.
– ¿Qué te sentís más, periodista o escritor?
– (Se rie, duda…) Periodista, siempre que voy a un hotel y hay que llenar una ficha tengo la duda, me apasiona el periodismo. Si no fuera por esta profesión quizás yo sería un nerd, encerrado en mi casa leyendo. El periodismo me permitió salir a otros mundos y conocerlos.
– El periodismo de hoy implica un vértigo agotador. La instantaneidad permite enterarse de las noticias por las redes sociales antes y cuando uno consume los medios habituales, las noticias ya envejecieron. ¿Cómo imaginás el futuro del periodismo?
– Creo que el libro juega un poco con esa idea. Pienso que cada vez se va a volver más vertiginoso al menos en lo digital y un puñado menor de gente que va a conservar las ganas de refugiarse en la lectura tradicional. A la vez las redes sociales están tergiversando el periodismo. Crean parámetros de raiting, uno sólo ve lo que su grupo comparte…ese es un problemas también. Hay más información y a la vez la gente está más desinformada.
– ¿ Está desdibujado el rol del periodista?
– Hay mucha gente que porque tiene un teléfono y puede sacar una foto de algo que sucedió cree que hace periodismo y parte de esta tarea es saber seleccionar lo que es noticia. Semanas pasadas, un lector llenó de insultos el diario (La Gaceta digital) porque no habíamos transmitido en vivo, un suicidio. Una locura, pero hubo que explicarle al lector que hay paredes éticas y de responsabilidad que no se pueden traspasar. También es uno de los roles del periodista, no todo es noticia.
– ¿Que estás leyendo ahora?
– Ahora Kentucky, de Samantha Shebling y de a ratos, Años Dorados, de Doriss Lessing… Definitivamente, creo que si tengo que poner mi profesión en un hotel, me gustaría poner “Lector”.

( Patricia Patocco)

Fotografía: Pablo Karanicolas