“DHAULAGIRI, ASCENSO A LA MONTAÑA BLANCA “es la película que cerró la Semana del Cine en Salta, pero aún se exhibe hoy, mañana a las 20 hs en el espacio INCAa del Hogar Escuela y el lunes a las 20 en el Hoyts Cinema.
Es un filme documental de Guillermo Glass y Cristián Harbaruk, que narra el ascenso a una de las montañas más imponentes del Himalaya a la vez que muestra el camino interior, profundo y retrospectivo de cuatro amigos que encararon en el 2008 la aventura del ascenso “purista” , con un desenlace fatal, ya que uno de ellos pierde la vida en el intento.
Artenautas dialogó con uno de los directores Guillermo Glass y Sebastián Cura, uno de los integrantes de la expedición quienes relataron detalles de la película.
“ En el 2008, cuatro amigos organizamos un ascenso a una de las montañas más míticas del planeta, con la intención de hacer un documental sobre cuatro argentinos que iban al Himalaya a hacer una expedición deportiva. La idea era hacer un ascenso distinto a lo que se estila hoy, que se ha vuelto tan comercial, donde se lleva cocinero, oxígeno, gente que arma las carpas. Y donde se pierde el espíritu de lo que es un ascenso. No queríamos ni utilizar oxígeno para subir que no es estrictamente necesario, hoy se considera doping. Más allá de todo eso, nosotros buscábamos hacerlo en un estilo purista. Fuimos los cuatro y ocurrió la desgracia de que uno de nosotros no vuelve: Darío Bracalli y yo desisto de seguir el documental – explica Guillermo Glass- No tenía ganas ni motivación, fue una época muy triste. Tardé cinco años en decidirme a dar forma a todo ese material filmado, porque también me pesaba no hacerlo. Allí hubo que pensar en una nueva forma de narración, porque la idea original ya no tenía sentido. Soy de Esquel, Chubut e inicié un viaje a buscar a Sebastián Cura a Buenos Aires y nos vinimos Salta a buscar a Christian Vitry con quien hacemos una ascensión al Llullaillaco. Así que las imágenes más fuertes son del Himalaya pero se contraponen a las del Llullaillaco, con entrevistas y reflexiones actuales que contrapesan toda la película.”
- ¿Pudieron mirar desde el hoy hacia el pasado?
- Sí, reflexionamos muchos sobre las decisiones tomadas…se habló muchísimo porque fue una experiencia muy fuerte y muy profunda que nos cambió a todos; en la personalidad, la forma de ver la vida, en la espiritualidad. A todos de un modo similar pero diferente. Hubieron decisiones muy difíciles, congelamientos, hay caídas, tener que dejar al amigo para salvar la vida …todos crecimos y cambiamos, pero para mejor. Fue una experiencia muy intensa…
- ¿Es el homenaje al amigo perdido?
- Es eso y mucho más. Habla de la pasión, de los límites, hasta qué punto estamos dispuestos a ir tras los sueños propios.
- El ascenso a una montaña es mucho más que una aventura…pareciera haber algo sagrado o filósofico en esos ascensos que se intentan…?
- Es mucho más que un deporte, es una forma de vida, una experiencia intensa, la conexión con uno mismo y la naturaleza. Los momentos de montaña con los momentos de pureza en la vida. Es como un viaje a uno mismo, es poner en eje todo internamente.
“Nosotros decimos que uno nunca vuelve igual de la montaña. Uno luego recuerda cada mate, cada amanecer, pero es que todo tiene correspondencia con la vida interior”- dice Sebastián.
Dhaulaghiri ha obtenidos dos premios en festivales, en el de Trento, Italia y más recientemente el del festival de Ushuaia.
Sus autores, muy entusiasmados, siguen acompañando la película por donde surja llevarla, ya tienen fecha para diez festivales más pero afirman que “la tarea que no resulta sencilla pese a que fue apoyada y financiada en gran parte por el INCAa, la distribución y el armar los circuitos de exhibición no resulta nada fácil, provincia a provincia, cine a cine”
Hasta el lunes, puede verse en Salta.