Fabián Soberón “LA CRÓNICA FUSIONA SABERES”

Entre las diversas  actividades que se desarrollaron en Salta en el reciente encuentro de cronistas “La tibia garra testimonial” se realizó la presentación de una obra impactante.

Se trata de “Cosmópolis”, de Fabián Soberón.  La presentación en esta capital la realizó María Eugenia Carante ( texto que también publicamos)

Prolífico autor tucumano, Soberón es uno de los protagonistas  de la intensa actividad cultural de la vecina provincia, destacda siempre pero particularmente en este momento. Es además de escritor, profesor de artes visuales, estudió filosofía,  y un poeta de proyección nacional e internacional. En el 2008, integró la “Antología de Poesía Joven del Noroeste Argentino”, que Santiago Sylvester publicara a través del Fondo Nacional de las Artes, entre muchas otras obras y antecedentes artísticos.

Un hombre sencillo, capaz de ver y deslumbrarse con las características mínimas de una ciudad o  conmoverse con las cosas simples, como los versos de Jacobo Regen que conoce de memoria.

ARTENAUTAS dialogó con él, en una soleada mañana de invierno, en medio de la agenda comprometida que tuvo en Salta.

  • ¿Cuándo estuviste en Nueva York, lugar que retrata Cosmópolis?
  • Estuve primero en el 2012 y luego regresé con mi familia en el 2015 durante tres meses, dedicados fervorosamente a la escritura. Nueva York deslumbra, como le pasa a la mayoría de las personas y quise volver.
  • ¿Qué tiene esa ciudad que encanta de ese modo?
  • Me habían dicho que era la capital del mundo y a mí me parecía una expresión desmesurada pero tenían razón…es la capital del mundo y me maravilló. Me fascinó la diversidad que se respira en sus calles. La minoría es lo común, no hay un grupo social o religioso que sea mayoría, entonces ser diferente es lo común. Y siguiendo ese pensamiento, si todos son diferentes, nadie puede decir que el otro es diferente. Casi diría que Nueva York es una ciudad laboratorio, sencillamente porque funciona de esa manera. La primera vez que fui bajé por el puente de Brooklyn con mi hijo dormido en brazos y entré a un bar. Me atendió una señora hablando un perfecto español y le pregunté de donde era, me dice “de Senegal”…, bueno tenía amigos que hablaban español y así había aprendido y eso que es tan insólito para nosotros, es lo común allá. Es lo que me encanta, que lo extraño sea lo común.
  • ¿De ese tiempo salieron estas crónicas?
  • Yo hablo de las “crónicas fusión”. Así como el escritor cubano Guillermo Cabrera Infante dice que en vez de ciencia ficción, habría que hablar de “ciencia fusión” porque  dice que la ciencia está en la base y a partir de ella se fusionan distintos saberes. La idea es esa, creo que  la crónica es como la tierra y a partir de ahí crece y se vincula con otros géneros: la reflexión filosófica, la autobiografía, el ensayo, la crónica está en la base…Yo necesitaba un género, una forma o un continente que me permitiera vincular los saberes por lo que había buceado: estudié filosofía, soy técnico en sonorización, doy clases en la escuela de cine, di clases de historia de la música, estudié historia, artes, poesía…o sea la diversidad es parte de mi vida y de mi esencia.
  • ¿Cómo es tu momento creativo?
  • Combino dos estrategias, por ejemplo llego a Salta, me encuentro con alguien que dispara una historia que la escribo quizás hoy a la noche o en el colectivo que me lleva de regreso a Tucumán. Pero también escribo de manera más organizada y programada cuando estoy preparando una novela. Lo que sí siento es que lo hago todo el tiempo, por ahí no estoy con la tablet pero estoy pensando todo el tiempo, como le suele suceder a todos los escritores, creo yo.
  • ¿Cómo se escribió  Cosmópolis?
  • En mi viaje anterior había surgido otra obra: “Ciudades escritas”, donde retraté diferentes ciudades… pero está vez, fue distinto. Me fui ya con la idea del libro, investigué y escribí sobre Nueva York antes  de ir y mucho más estando allí. Fueron tres meses muy intensos. Lo que hice fue seguir a las personas, conocer sus historias, tuve la dicha de conocer a Renán Arango, un colombiano, un “flaneur” involuntario…al  que llamo el “Tolstoi americano”, me contó muchas historias y me presentó tanta gente interesante que me contó las suyas…

“Igual – concluye – es un mundo fascinante pero no hay que estelarizarlo, también es una ciudad llena de ghettos.  No me olvido que María Negroni, la poeta argentina que vivió durante muchos años me dijo “ojo, a no creer que Nueva York es tan hospitalario con la literatura en castellano. Cuántos estantes le dan en Mc Nally Jackson, una librería especializada en escritores en español…no más de 4 o 5 estantes, y en otras, un solo estante, en los que convive un Paulo Cohelo con Borges…¿qué relación tienen?, ninguna, pero para ellos es lo mismo”

Fabián Soberón colabora en revistas nacionales y publica una crónica por semana en la revista digital Viceversa, que difunde cronistas de todo el mundo, justamente una revista de Nueva York, “esa ciudad donde lo extraordinario se repite tanto que se vuelve ordinario”

(Patricia Patocco)