Es una joven poeta salteña, que va a presentar un libro de poemas en la Expolibros 2017. Se trata de Florencia Arias que presentará “Desabrigada”el próximo 3 de noviembre a las 20 hs en la sala de autores salteños del Complejo de Bibliotecas de Salta.
De oficio comunicadora social, repartió hasta ahora, sus breves años entre Salta, Buenos Aires y Salta, ya que por motivos familiares vivió toda su adolescencia en la capital del país.
Representa, quizás, a toda una generación de nuevos poetas que han hecho su aparición en Salta en los últimos años, trabajando intensa y horizontalmente, esto es, dándose una mano unos a otros en la realización de sus obras y publicaciones, en las presentaciones y lecturas de poemas y en la vida misma.
Su primer libro “Cumulonimbus”, fue realizado bajo el sello Killa y cuenta que eligió ese nombre porque “son las nubes más hermosas, pobladas y caóticas, a las que nadie escapa. Las nubes son como la poesía, uno elige verla y encontrarle forma”
Enérgica, personal, muy crítica del mundo y de la sociedad, Florencia dialogó con ARTENAUTAS, sobre su vida, tan inmersa en la literatura pero a la vez en el trajín cotidiano de su trabajo, su familia y sus amigos poetas, esos que la sostienen en los momentos de incertidumbre y de trabajo compartido.
-¿Cuánto hace que escribis?
– No tengo precisiones de hace cuánto escribo, ya de chica me inclinaba hacia el uso de la palabra, en mi familia abundó siempre la literatura y eso es un puente a la escritura. Me acuerdo que en la primaria tuve una profesora que me fomentaba a escribir, me recomendaba libros y me dejaba leerlos en clase, creo que se llamaba Laura Salim, fue ese mi primer indicio. Ya en el secundario, con ayuda de la música y de un entorno súper creativo, me volqué de lleno. Era como una forma de sacarme la ira tonta adolescente, descubrir algunos autores y un noviecito al que le escribía cartas y notitas para pasarle por debajo de la puerta. Me acuerdo que vivía a una hora de su casa en Capital Federal, y me atravesaba la ciudad solo para dejarle poemas en el buzón y volver a casa, ¡eso era remarla!
Mamá escribía poemas en un cuaderno verde espiralado y un poco también quise seguir sus pasos, imitarla. Odiaba ser yo, el colegio, mis compañeros, quería escuchar música y no hacer nada… solo leer, ver bandas y escribir.
Al volver a Salta, en la carrera de Comunicaciones de la UNSa, Alejandra Cebrelli, gran profesora, fue una de las que me bancó. En ese entonces, también conocí a Fernanda Salas, quién casualmente, era la única persona en el universo que conocía y leía mi blog. Ella me enseñó mucho, fue medio mi mentora aquí, y editó mi primer libro (Cumulonimbus) con su sello Killa, un rejunte de poemas, algunos muy viejos, hubo mucho que reescribir y que reconfigurar, fue una experiencia muy linda. De ahí, no paré más y descubrí un grupo humano y un entorno que me voló y me vuela la cabeza a diario.
-¿Que preferís a la hora de la lectura?
Uff!! Es durísima esa pregunta ¡ Muy pocas personas me dijeron “tomá lee esto”. Mi forma de leer fue muy desordenada, en casa había muchos libros, colecciones enteras de filósofos juntando polvo. Mi viejo del corazón, Eduardo un porteño morochón, bostero y peronista me trajo las colecciones de literatura del Página 12 y me las devoraba de ida al colegio en el 107. Las marcaba y rayaba enteras, ahí descubrí a Paul Auster, Kafka, Bukowsky, Carver, Doris Lessing, Pizarnik, Toole, Foster Wallace. También latinoamericanos, leí Galeano, Saer, Soriano, Bolaño, dependiendo el momento vital en el que andaba. Igual los que me arruinaron la vida fueron Sartre y Nietzche mezclados con poesía montonera. Habría que repensar la manera de leer, siento que me pierdo mucho y que leí sin criterio toda mi vida.
Cuando tuve la posibilidad de elegir, comencé con la literatura independiente, me obligué a leer García Márquez, Borges y Cortázar y después me volqué a internet, que si uno sabe procrastinar bien no para de recibir estímulos, es peor que la falopa y más barato que terapia. Muchos amigos que también andaban ávidos de lo mismo me recomendaban y así, comenzás a googlear y no parás. Algunos que recomiendo googlear y que son lo que leí en los últimos años son Luis Mey, Tao Lin, Sam Pink, Fogwill, Godoy, Vicente Luy, Marcos Almada, Esteban Castroman, Bob Chow, Facundo Soto, Arbit, que salva la poesía con videos en Youtube (hace poco un amigo me dijo “en el infierno solo se debería escuchar la voz de Arbit”). Bueno, no sigo porque aburro y me surgen muuuchos nombres.
-¿Constituís algún grupo o escribís en soledad?
– Participo de una clínica de poesía que se hace de vez en cuando en Salta coordinada por Fernanda Álvarez Chamale y Fernanda Salas, donde también hay poetas que tienen un potencial terrible y hermoso. Es más, adelanto que hay un hallazgo que surge de ese espacio y habita en la vida y en la poesía que es Mario Saravia, uno de los poetas que seguramente viene a quedar en la historia de Salta. Las dos Fernandas, además de ser grandes poetas, son mis hermanas de la vida, entonces nos movemos en bloque en todo, siempre nos ayudamos y somos soporte de todo proceso en nuestras vidas, desde una mudanza, hasta armar proyectos y lecturas de poesía en barrios, bares, eventos, etc. Es hermoso tenerlas y vital para la poesía. Pero a la hora de escribir, lo hago sola.
-¿Qué temas te conmueven y elegís al escribir?
– Me toca todo lo que haga ruido, el trabajo, la diaria, el sacarle ventaja al día impuesto por una sociedad confundida y (desde mi percepción) vacía y monótona, me tocan los cerros, las nubes, el dolor atravesado, la distancia con mi familia, lo inactual y lo actual. La búsqueda de una estabilidad que nunca llega y si está por llegar, será pateada para otro momento porque si estoy estable, no problematizo y no escribo, el devenir constante pesa y eso hace que a uno le falle y escriba.
– ¿Qué podés adelantar de tu nuevo libro “Desabrigada”?
Desabrigada es editado por una editorial independiente muy, muy hermosa llamada Cuaderno de Elefantes, coordinada por Mario Flores: un poeta “tartagaláctico” (porque Tartagal es otro planeta!) que sorprende con su visión de la edición independiente y emociona verlo empujar este proyecto con tanta energía y amor por todo el país. Al ser independiente se consigue en la fan page de cuadernos (https://www.facebook.com/EdElefantes/) o en ferias como la Expolibros. Se presentará el próximo viernes 3, a las 20 hs en la sala de autores salteños del mismo edificio. El prólogo está a cargo de Leandro Gabilondo, poeta de Arrecifes que se encargará, junto a Mario de presentarlo.
La cita es el 3 de noviembre a las 20 hs, en Belgrano 1002. Con entrada libre y gratuita.
(Patricia Patocco)