Guadalupe Miles, ecología y arte
“ESE OTRO TIEMPO”

 

Estuvo en Salta la fotógrafa Guadalupe Miles quien presentó en el Museo de Arte Contemporáneo la muestra “Tiluk y la obra de Guadalupe Miles”. Junto a ellas llegaron varios representantes de la etnia Wichí y entre ellos Abel Mendoza, maestro bilingüe de la comunidad que presentó su libro “Lhá Lhamtés/Nuestras palabras”, libro de lectura en wichí y castellano, en su segunda edición.

La exhibición fotográfica puede verse en el primer piso del museo, hasta el último domingo de septiembre.

Guadalupe Miles, la autora, reparte su vida desde hace muchos años entre Santa Victoria este y Salta, trabajando, viviendo y explorando ese “ser parte de la naturaleza” al que adhiere fervientemente, desde que conoció a Tiluk a quien denomina su “guía”. De éste y otros temas Artenautas dialogó con ella y con Abel Mendoza, hijo de Tiluk.

-¿Quién fue Tiluk y cuál es tu historia con él?

-En el 2001 hice mi primera muestra en Salta y del museo me pidieron que armara en forma paralela una sala con trabajos directos de esas comunidades, objetos en chaguar , madera y demás. Me contacté y viajé a la comunidad La Estrella y Misión La Paz y allí me encontré con Tiluk, lo conocí casi de casualidad y al final terminó siendo él el protagonista de esa muestra. Nunca más nos separamos.

– ¿Por qué?

-Él era un chamán, pero no solo eso. Era una persona a la que le interesaba conectar los dos mundos. Y él vio en mí la posibilidad de “entrar y salir de los dos mundos”, el del hombre blanco y el de las comunidades. Tuvimos una empatía inmensa, creo que yo estaba buscando muchas cosas y las encontré en ese lugar y en él como guía o maestro. Y pude acceder a otro tipo de percepción de la realidad.

Era un hombre de visión, el líder espiritual, el guía cultural de su comunidad. Trabajó mucho para honrar y mantener sus raíces y su cultura, generando lazos con las otras comunidades, era médico naturista, partero y dejó herramientas muy fuertes para su familia y comunidad.

-Hablás de su legado, ¿a que te referís?

– Sí, a su legado espiritual, él dejó dones, repartió en su familia…El de ellos es un mundo hermoso donde edifiqué también mi casa . Él me enseñó muchas cosas y a esta altura soy como parte de la familia, de la comunidad. Quisiera que pudiéramos tener la sabiduría y apertura para darnos cuenta del lugar hermoso en el que vivimos y a la vez tener el entendimiento para poder apreciar la riqueza que este lugar tiene. Poder apreciar la gran sabiduría de los pueblos de aquí, los contemporáneos, que tienen tanto para decirnos. Esta muestra es un homenaje a Tiluk, que falleció en 2015 y a la mamá de las chicas. Es un trabajo que hicimos en conjunto, no solo mío, es nuestro, de la comunidad.

Guadalupe no lo cuenta pero esta muestra también estuvo en la Bienal de Curitiba como proyecto seleccionado por el MAC, siguiendo los lineamientos curatoriales de la Bienal, en virtud al trabajo que viene desarrollando a lo largo de su carrera artística profesional junto a la cultura Wichí, que resulta de una singular contundencia no solo por el manejo de la imagen y la belleza estética de las obras, sino también porque la fotografía trasciende la misma imagen, logrando un vínculo primordial con la comunidad.

La propuesta que conformó este envío a la Bienal de Curitiba fue curada por el reconocido artista Tulio de Sagastizabal, quien conoce en profundidad el trabajo de la artista colaborando con ella en la selección de la obra y realizando los ricos y bellos textos que las acompañan.

– Un fotógrafo tiene un objeto de estudio, ¿cómo es formar parte de lo que se fotografía?

– Yo me salí totalmente de esa idea, si lo pongo en esos términos estoy poniendo una distancia enorme y yo estudié unos años en la universidad pero no quería para nada relacionarme de esa forma con la gente. Generé otro tipo de vínculos con ellos y de allí nacieron las fotografías. Es una experiencia personal lo que está puesto ahí. Yo no hago descripciones, ni como viven o como cocinan. No tengo una intención documental, trato de mostrar el trabajo conjunto, la construcción comunitaria…todos participamos en armar esas imágenes y también me interesó correr algunos códigos de lecturas que había sobre la gente “indígena”, así entre comillas. Había modos de aproximación, de lectura, de descripción, pero para mí fue romper lenguajes, aproximarme desde la imagen y que la relación fuera desde otro lugar y a medida que fueron pasando los años y todo se fue profundizando, tal vez la intención sea generar algunas sensaciones que tienen que ver con ese mundo y su modo de percibir y relacionarse con la naturaleza, que pude también aprender.

– ¿Y cuánta actualidad tienen hoy, verdad?

– El día que estábamos haciendo la visita guiada, hablando de la importancia de cuidar la selva (la última sala tiene esas imágenes) porque es el último refugio de los jaguares, el territorio más virgen de acá y en el mismo instante recibíamos la noticia de que se incendiaba el Amazonas.

Es LA cuestión en este momento. La gente tiene que despertarse, estamos muy al límite. Ellos en cambio, tienen esa conciencia, saben cómo mantener el equilibrio.

  • ¿Y cómo está ahora la gente de la zona?
  • Ahora el monte chaqueño está súper raleado y la gente está pasando hambre. Ellos saben cómo sobrevivir en la zona , el tema es que les han quitado muchísimos recursos, hay menos animales, el río está contaminado y tiene menos peces, menos frutos del monte…y eso que la región del Chaco es la segunda más importante después del Amazonas, imagínate…acá nomás tenemos una de las zonas más ricas y diversas del planeta…

Luego se sumó a la charla Abel Mendoza (Lucho), uno de los hijos de Tiluk, quien acompañó la muestra y presentó su libro nacido de las necesidades de los niños originarios de su etnia.

  • “Soy maestro bilingüe, de Santa Victoria y ahí tenemos muchísimas etnias. Mi papá fue un referente muy importante, fue cacique, chamán y tuvo el don de ayudar a la gente con remedios caseros en una lucha muy peleada porque después llegó la prohibición de los remedios caseros, pero él lo seguía sosteniendo porque nosotros que estamos aislados por ahí no tenemos el dinero para comprar medicamentos. Luchó ante el estado por esto, fue una guerra: el conocimiento de la ciencia frente a los remedios naturales. Sobrevivimos con las artesanías de chaguar, que realizamos desde hace muchísimos años. Somos wichí, orgullosos de serlo y vamos a morir wichí”- así es su presentación, que marca claramente su conciencia de resistencia.
  • ¿Cómo es eso de los dones que les legó?
  • Si, pero no solo a mí, a toda la familia, es nuestra herencia, nuestro destino. Hoy estamos todos muy preocupados por los incendios, se van a perder muchas especies…es un peligro que se pierda la diversidad animal y nuestras raíces están sufriendo. Nosotros estamos enfrentando al estado argentino, es como una guerra. Nunca van a entender a los originarios, nosotros estamos peleando por las tierras, vemos una topadora y ponemos la vida. Estamos defendiendo la zona del Chaco, que es la 55 ( ex lote fiscal)  que nuestras autoridades nos entreguen la tierra para que no pase lo de Brasil.

Por eso es importante el libro, que se difunda en las escuelas y se hable la importancia de cuidar el monte y ser solidario.

  • ¿Quién ha financiado el libro?
  • La primera edición se hizo porque ganó un concurso internacional. En la segunda, ya a través de privados. Presentamos varios proyectos para que el ministerio de educación nos financie el libro. Es un libro educativo, pero no tuvimos la oportunidad de que el ministerio nos ayude. Cuando estuvo realizado, pusieron un granito de arena. Por eso estoy presentando una charla en este museo céntrico. Y de Cultura nos ayudaron a presentarlo en la Feria del Libro, ese fue un apoyo importante.

Hay 9 lenguas en Salta y todavía no hay una política de defensa de esas lenguas. Falta ese apoyo para que no se pierdan.Hay una ley que favorece la interculturalidad pero falta apoyo del Ministerio de Educación, falta un montón. Faltan maestros bilingües para que se entiendan niños y maestros de otro modo. En Salta tenemos 9 etnias, somos ricos en Cultura.

  • ¿Te parecerá una discusión ridícula esto del lenguaje inclusivo? ( se ríe)
  • Para mí…creo que es un poco más complicado esto. Porque nuestras autoridades hacen oídos sordos a todas las necesidades y al aislamiento de los originarios. Creo que tenemos que incorporar las dos. Pero no queremos que se pierdan nuestras lenguas, nuestro Chaco, cada vez hay más desmonte. Nuestros ancestros fueron grandes luchadores del tema, nosotros hablamos con el río, el dueño de los pescados, “Tewok”, antes de tomarlos, a la hora de cazar solo cazamos lo que nosotros consumimos.

“La gente tiene una gran delicadeza en el trato – agrega Guadalupe- es muy increíble y bello el trato hacia la naturaleza”

  • ¿Y cómo fue para ustedes que Guadalupe llegara a su comunidad y se convirtiera en una vecina más?
  • Es un tema muy profundo porque la Guadalupe se conectó con mi papá, se encontraron de sorpresa, como en un sueño y eso llevó a que ella con amor y cariño a su trabajo se integrara, hubo espíritus que coincidieron entre ellos, se leyeron las mentes. Fue natural su inclusión en la comunidad. Nosotros somos de las raíces, tenemos un corazón muy abierto, miramos a la persona y sabemos si la persona es buena o mala.
  • Abel Mendoza habla luego sobre las innumerables dificultades que atraviesa el pueblo wichí para conseguir puestos de trabajos (guardaparques, maestros bilingües, etc.) y el enorme sentido de resistencia ante la adversidad. De su preocupación por el estado del monte, por el respeto a la naturaleza, por las religiones impuestas…
  • ¿Cómo les gustan que les digan?
  • Wichí, porque significa amor, solidaridad, antigüo o primitivo, hijo de la tierra y también Dios, fíjese cuántos significados tenemos, que nadie puede igualar…
  • ¿Guadalupe y que haces vos allá, cuándo estás en tu casa?
  • ¿Yo???, me saco los zapatos, tomo mate, estoy…simplemente estoy. Me pasé muchos años sentada, escuchando, sentados al lado del fuego escuchando las historias – todas las familias alrededor del fuego-. Como dice Castilla en sus descripciones increíbles del Pilcomayo, “ el estar estando”, aprendiendo ese otro tiempo…

(Patricia Patocco/

Fotografía: gentileza de  Guadalupe Miles )