Guadalupe Noble
“ENAMORADA DE ESTA TIERRA”

 

Guadalupe Noble es gestora cultural y una creadora muy interesante que vive desde hace poco más de quince años, gran parte del año en Cachi, Salta.

Escribió dos libros de poemas, una biografía de su padre, Roberto Noble, el fundador del diario Clarín y autor de la Ley de Propiedad Intelectual que ampara a los artistas, intelectuales y creadores.

Dialogamos con ella sobre su presente y sus actividades en la Fundación El Abra, que dirige en Cachi, esa encantadora localidad salteña que congrega a lugareños de diferentes procedencias y actividades en pos del cuidado y desarrollo del pueblo.

 

“Mi papá era un hombre de otro siglo- comenta- e hizo todo su aporte en la primera mitad del siglo XX. Pertenece a otra generación, que hoy vale la pena revisitar, que estaba construyendo el país. Uno de sus libros se llama Argentina, potencia mundial, fijate que ironía y qué lejos estamos de eso. Fue autor de esa ley tan importante de amparo a los intelectuales y cada año se le hace un homenaje del que participan escritores, músicos, actores. Es muy emocionante ver cómo una ley hecha con la participación de todos los sectores, permite aún hoy todas las reformas para que siga funcionando en esta época digital.

Su figura me sigue iluminando y trato de seguir esa guía de evitar la queja y pasar a la acción en todos los órdenes de la vida”

 

Fundaste un teatro, ¿cómo fue eso?

– Era muy jovencita, empecé a estudiar teatro y necesitábamos un espacio escénico diferente porque hacíamos teatro abierto.

Iba ser una sala pequeñita y terminó siendo un garaje grande que remodelamos con Gastón Breyer, uno de los grandes escenógrafos argentinos. Nació como un espacio para expresarnos y se creó un movimiento maravilloso de 21 autores y 21 grandes directores que se sorteaban, que sumaba a actores maravillosos y nos permitían a los jóvenes trabajar con ellos. Lamentablemente en el 81, nos pusieron una bomba y se destruyó en una noche…ya se había prohibido el teatro en las salas argentinas. Fue un ninguneo, una muerte sicológica terrible. Nunca pensamos que iba a terminar así, pero fue un escándalo a nivel internacional, todos rechazando esta barbarie.

 

– En el camino del arte también estás habitada por la poesía?

 

– Gracias a Dios estoy habitada por la poesía, ha anidado en mí y la palabra me ha salvado del desastre, de la barbarie, de la violencia. Publiqué dos libros de poemas.

 

También hay una etapa triste en tu vida- murió tu padre cuando eras muy pequeña- y ya de adulta escribiste su biografia…

 

-Exacto, perdí a mi papá con nueve años así que por eso después intenté reconstruir su vida con testimonios de mucha gente y escribí porque muchos no saben de la complejidad de su persona. Fue el fundador de Clarín en 1945, un diario grande que llegó a tener una tirada de un millón de ejemplares, ejemplo de democracia porque en esa redacción convivía gente de muy diferente ideología, que ayudó mucho a la democracia argentina, mi padre fue un hombre de la cultura y creo que tomé esa guía para mi vida.

 

– ¿Qué estás escribiendo ahora?

– Estoy escribiendo una novela sobre las mujeres de mi línea materna. Mi mamá se llamaba Guadalupe Zapata Timberlake, mi bisabuela Cora Carlin Timberlake fue embajadora, en fin y encontré un diario de mi bisabuela que me permite hablar de ellas y de Latinoamérica. Sus recuerdos de México, de Chile, de España, de Córdoba son una excusa para meterme en lo cultural así que estoy escribiendo una novela que se llama Las Trasterradas, porque ellas no fueron desterradas, sino que murieron en otros tierras por diversas circunstancias.

 

-¿Te interesa el tema de las mujeres?

Si, pero no soy una feminista a ultranza, ni estoy enrolada en grupos feministas, aunque claro, se de los sufrimientos de las mujeres en las diversas épocas.

 

– Quizás como “Las trasterradas” fundaste tu vida entre orillas diversas, naciste en Buenos Aires, viviste en Córdoba, ahora en Cachi ¿cómo se dio?

 

Llegué a Cachi hace unos quince años y me enamoré de esta tierra, que me hacía acordar tanto a la Villa del Totoral, en Córdoba casi al límite con Santiago de Estero, donde pasé mucho tiempo de mi infancia, donde aprendí a caminar y a nombrar.

Cuando llegué vi todo ese norte medio arrasado por estas formas y costumbres de ahora, donde el progreso va desfigurando a los pueblos, donde la soja va reemplazando todos los cultivos y a todo el monte me pregunté qué hacer por esta tierra, para conservar y mejorar, sin perder calidad de vida y me uní a otros amigos del lugar para crear la Fundación Grupo El Abra. Buscamos proteger y desarrollar la zona, porque no se puede congelar el tiempo, es necesario el desarrollo pero sin arruinar lo que tenemos: la calidad de vida. Hay que hacer normas y leyes para proteger sino va a pasar lo que pasó en las distintas ciudades de nuestro país: el deterioro de los monumentos históricos, el crecimiento desordenado de la ciudad. Es un plan de desarrollo territorial que se trabajó con la gente de Cachi y está validado por todas las fuerzas políticas y sociales de Cachi. Y hemos presentado el mismo a la gobernación.

 

-¿Qué quieren los cacheños?

La gente quiere seguir viviendo bien, que su vida no se deforme, que el turismo no arrase ni desborde todo. Quieren ganar plata, claro, pero no quieren que se convierta en un Disney el día de mañana. Todo eso se puede regular, en el mundo se hace eso, no podemos esperar que la gente no tenga donde vivir por los “airbn b” de la vida.

Hemos presentado el plan de desarrollo, gracias a un dinero que puso la Unión Europea y ya entró a la legislatura provincial, es una verdadera ley de protección para los cinco municipios que conforman el Alto Valle. Ya está en manos del Ejecutivo y el Legislativo para ser analizado .

Es un modelo que puede replicarse en otras zonas de la provincia porque puede ser un ejemplo. Sabemos que en este momento de disolución de la Argentina hay siempre otras prioridades y urgencias, pero esto es un proyecto de desarrollo muy concreto, que presentó el Grupo El Abra y la fundación, que incluye a mucha gente del pueblo y muchos jóvenes, que sigue haciendo tareas por el pueblo, editando libros, en fin, haciendo tareas en comunidad para la comunidad. Ojalá tenga éxito este proyecto, sería de vital importancia para la región.

 

 

(Patricia Patocco)