María Negroni es una poeta, ensayista, narradora y traductora nacida en Rosario, Argentina, en 1951. En poesía algunos de sus libros más destacados son Islandia (1994), Arte y Fuga (Pre-Textos, 2004), Cantar la nada (Bajo la Luna, 2011), Archivo Dickinson (2018), Exilium (Vaso Roto Ediciones, 2016) y Oratorio (Vaso Roto Ediciones, 2021). En ensayo ha publicado otros como Elegía Joseph Cornell (Caja Negra, 2013), Ciudad Gótica (1994), Museo Negro (Grupo Editorial Norma, 1999), Galería Fantástica (Premio Internacional de Ensayo Siglo XXI, México 2008), Pequeño Mundo Ilustrado (Caja Negra, 2011) o El arte del error (Vaso Roto, 2016). También es autora de las novelas El sueño de Úrsula (Seix Barral, 1998) y La Anunciación (Seix Barral, 2007). Obtuvo la Beca Guggenheim y la beca Fundación Octavio Paz en poesía. Su obra ha sido traducida al inglés, francés, italiano, sueco y portugués. Actualmente dirige la Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF en Buenos Aires.
Su última novela El corazón del daño acaba de ser publicada por Literatura Random House.
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lo que debiera oírse
no se oye
ni poco ni mucho
se oye
peor que eso
nunca sabremos
de qué estupor se trata
quién o qué se ausenta
en el Palacio
del Vocabulario
peregrinos
en ropas de silencio
y enseres de alto duelo
cambiamos de rumbo
de estilo
de sepulcro
a veces pensamos
que existimos tan poco
sembramos caballos
prácticamente escasos
por generaciones
ni agua de la roca
ni siquiera albricias
con voz de obsequiar
nada que erradique
la prisión invisible
ningún artista
en su jaula del hambre
—All females are the same
with their faces washed.
—Todas las hembras son iguales
sin maquillaje.
la pasión es un triángulo
y una cuestión de estilo
y ella
apenas una cosa
en un Cadillac descapotado
héroe llega
astuto como agujero
a través de nada
dice algo
sobre el perímetro del miedo
y después le enseña el cuerpo
legislativo del deseo
cada beso
en el orden causado
cada caricia una frase
testamentaria
héroe piensa
this kind of girl is poison
todas son venenosas
tarde o temprano
en el dancing
de las jaulas de oro
todas las armas cargadas
y que Dios nos ayude
en los días de lluvia
—Off my back, chick, I’m tired.
—Fuera, nena, estoy cansado.
el asesino
como el artista
dijo el agente de la Sección Homicidios
se oculta en la falta
de emoción
detrás del frío
tira los cadáveres
y así construye una casa
para la verdad
no es fácil
descubrir las huellas
y menos
en la ciudad absoluta
llena de arañas fatales
donde los sueños circulan
de un muerto a otro
no hay que darle más vueltas
dijo el sabueso
First is first
and second is nowhere
si una rubia se queja
desde la cama
hay que ponerse grosero
no vaya a ser que confunda
un sentimiento con otro
que tampoco existe
Como si de tanto ser abril, abril se esfumara. Y yo, esa mujer cansada, sin
saber qué hacer con tanta huida, dónde esconder las armas del exilio y
la astucia. Al entrar, primero a un corredor y luego a un patio cuadrado
y generoso, alcanzo a ver al hombre que tal vez me enseñe a amar. Por
un beso, recogería ese umbral, ese cielo más hondo donde sueñan sus
labios, abrazaría mis lágrimas futuras, esta penosa vida que me avanza.
Pero no me detengo, el patio hierve: unos jóvenes corren, un auto frena
en seco, rugen ametralladoras, la noche clandestina, hay un algo de nup-
cias con fantasmas, de cita cantada. De pronto, dice una voz a mi lado:
-Córrete para atrás que ahí viene la ciudad.
Veo que la ciudad se acerca y pasa por delante como si fuera un río.
Una novia clara. Transcurre, de izquierda a derecha, lentamente, con su
perfil de almenas y de lumbre. Alborozada, me pregunto por dónde he
de cruzarla.