Nelson Pérez, autor de
“LA SEGUNDA VIDA DE SANGUINETTI”

 

Acaba de editarse en Salta, la novela “La segunda vida de Sanguinetti”, de Nelson Pérez, marplatense radicado en nuestra tierra hace muy pocos meses.

Se trata de un jóven autor, bibliotecario recibido en la Universidad Nacional de Mar del Plata y docente de profesión, que nació en Buenos Aires y que eligió radicarse en Salta junto a su familia poco antes de que iniciara la pandemia que, en su caso, rindió grandes frutos creativos, ya que le permitió terminar de escribir y editarla.

Conversamos con él, tecnología mediante, fascinado de vivir en un paisaje rodeado de cerros mientras sigue escribiendo, a la espera poder presentar su obra en breve.

– ¿Cómo se dio la decisión de venir a vivir a Salta?

– Viviendo en Capital Federal, solía viajar a distintas partes del país. En cierta ocasión llegué al NOA y la conexión con este lugar fue tal que comencé a venir seguido. El norte argentino me embelesó enseguida. En unos de esos viajes, conocí a Águeda, mi actual esposa, que también era de Buenos Aires y andaba mochileando como yo. Nos enamoramos con este paisaje como telón de fondo y siempre soñábamos en algún día poder vivir acá. Ya siendo papás, y luego de unas vacaciones por Salta y Jujuy, donde vinimos con nuestro hijo, decidimos finalmente hacer el movimiento y nos mudamos a Salta. En Mar del Plata me desempeñaba en el ámbito docente. Soy bibliotecario escolar y deseo poder ejercer ese rol aquí en cuanto el ciclo lectivo vuelva a los cauces normales.

– ¿Cómo transitás este tiempo de pandemia?

-Llegué a Salta a fines de febrero. Un mes después comenzó la cuarentena. Pero el entusiasmo de estar en esta ciudad, en la que tanto anhelaba vivir desde que la conocí hace más de 15 años, hizo que me sintiera muy feliz más allá de la coyuntura. Todo es nuevo para mí aquí y me genera una enorme emoción: abrir la ventana y ver los cerros, el sol inmenso de estas latitudes, la calidez de la gente, incluso la gastronomía local que tanto me fascina. Por suerte logramos ubicarnos sin que se vieran afectados nuestros proyectos. Aquí la realidad fue más benigna además que en Buenos Aires. Ha sido también un momento de mucha creatividad, donde aproveché para finalizar la novela, La segunda vida de Sanguinetti, y darle forma a otros proyectos literarios. Escribí la letra de una zamba, llamada Zamba para Mandinga, un homenaje al bodegón Cosa e’ Mandinga y al Paseo de los Poetas, que tuvo una repercusión que fue una verdadera sorpresa. Se podría decir que Salta me ha recibido con muchísima generosidad.

 

Nelson, nacido en San Justo, partido de La Matanza, empezó a leer y escribir desde muy chico con una abuela que lo introdujo al universo de la literatura a través de la lectura Las mil y una noches y de cuentos en su idioma, en catalán, y esa hermosa musicalidad lo fue adentrando en el lenguaje literario que desarrolla por diferentes géneros.

 

Transitaste diferentes caminos dentro de la escritura, narrativa, poemas y algo para niños también?

Me gusta habitar todos los géneros literarios. Creo que cada formato da cobijo a una necesidad expresiva.

He tenido etapas donde me sentía más cómodo en la poesía, otras en el cuento, ahora en la novela. No lo digo en un sentido evolutivo o atomizado, sino entendiendo al género literario como un conducto, como el elemento más propicio para dar forma a un determinado mundo en la escritura. Por ejemplo, acabo de terminar de escribir otra novela, que está atravesada en muchos pasajes por la poesía, porque sentía la necesidad de tamizar ciertos instantes de la trama con condimentos provenientes de la esfera poética.

Y hablando de poesía, en un viaje por la provincia de Chaco conocí a Rocío Navarro, una poeta cuyo libro titulado Cactus me había sorprendido gratamente. Ella leyó un conjunto de poemas míos que yo estaba escribiendo y explorando en ese entonces, y que sentía que ya conformaban un libro, al cual estaba terminando de darle forma en ese viaje por el Impenetrable chaqueño. A ella le gustaron mucho esos escritos, tanto que habló con su editor y lo publicaron allí en un sello editorial de Resistencia llamado El Cospel, bajo el título Afuera.

Más tarde me interesé por la Literatura infantil, formando parte de diversos talleres y seminarios, y colaborando en la revista Catalejos, una publicación de la Facultad de Humanidades especializada en la materia. Participé además con un cuento en el concurso Escribe, en Mar del Plata, donde obtuve el primer premio. Elegí escribir un cuento porque sentí que me iba a brindar el marco adecuado para contar la historia que quería transmitir.

Unas semanas antes había sido premiado con una poesía, un Haiku, que escribí para un concurso literario promovido en ese caso por el Colectivo Crisálida, un proyecto de extensión de la Universidad de Mar del Plata.

En la actualidad, es en la narrativa, más precisamente en la novela, donde encuentro los canales propicios para contar todo aquello que deseo expresar.

– Contanos de “La segunda vida de Sanguinetti”

– La segunda vida de Sanguinetti, surge a partir de aquel cuento premiado y publicado por la Sociedad de Escritores de Mar del Plata. Dicho relato, donde el protagonista es un bibliotecario solitario y metódico cuya vida se ve alterada por un viaje inesperado, tenía un final abierto, dejando varios interrogantes latentes. Los lectores se involucraron mucho con el protagonista y su devenir, y me preguntaban sobre su destino, querían saber qué había sucedido con él. Eso me inspiró a seguir la historia y escribir la novela.

Suelen gustarme mucho los antihéroes, esos individuos que caminan por fuera de los parámetros del éxito, que pasan indiferentes para el resto de la sociedad. Se me ocurrió crear un personaje con esas características, y que se moviera por distintos ecosistemas (Sanguinetti viaja por Perú, Bolivia, Salta, Mar del Plata, Rafael Obligado), pero siempre teniendo como eje y leitmotiv su irrevocable pasión: los libros. La historia puede transitarse como una novela de carretera y también como un infinito intertexto, donde se le abre la puerta al lector para seguir leyendo.

Demoré en escribir la novela unos 4, 5 meses, más el proceso de corrección junto a la genial María Eugenia Carante, la cual además de ser una correctora de una enorme capacidad y experiencia, es una gran docente.

– ¿Es autobiográfica de alguna manera?

-Fundamentalmente encuentro aspectos autobiográficos en el recorrido literario que propone el protagonista. Los libros y escritores que él prodiga a lo largo de toda la obra, son aquellos que yo amé desde siempre, y los pongo en su boca. Después, en lo que refiere a lo actitudinal, creo que Sanguinetti en realidad se encuentra en las antípodas de mi persona.

Muy feliz con el resultado final, Pérez se siente muy agradecido con la enorme generosidad que encontró en Salta y que lo van guiando por los caminos de la edición y difusión de su obra, que espera presentar en breve pero de modo tradicional. Luego, seguirá el paso de publicarla en la web.