PREGUNTAS DIFÍCILES

De pronto vuelve a suceder.
Otra vez un femicidio, esta vez en Tucumán. La salteña, Paola Tacacho, ultimada a la salida de un gimnasio por un ex alumno que la acosaba hacía cinco años y trece denuncias mediante.
El tipo luego, puso fin a su vida.
El 22 de octubre pasado, un hombre fue linchado en Tucumán, acusado de matar a una nena de 9 años, Abigail.
En Salta, semanas atrás, corridas y escraches mediante se detuvo a un violador de niñas, aparentemente con problemas mentales, que la familia o el Estado deberán tratar, pero en encierro.
La sociedad está cansada.
Harta de lidiar con la peste, con los problemas económicos, con la falta de trabajo y con los cientos de problemas cotidianos. Anestesiados, con celular en mano vemos pasar las noticias y nos indignamos espasmódicamente. Luego se nos pasa y tratamos de volver a la vida cotidiana.
Pero cuidado que los linchamientos empezaron a aparecer y son cada vez más seguidos.
En las redes sociales ya hace rato, tienen forma de escraches y no son agradables, ni justos. Ahora, comenzaron en la vida cotidiana, como si de pronto hubiéramos retrocedido siglos y no existiera ya la ley.
Si la justicia no se apura y el Estado nacional y provincial no pone a trabajar ya a todos los poderes para frenar el desasosiego, para sacar las leyes que hacen falta, para aplicar la ESI como corresponde, vamos a llegar a la época de la Ley del Talión, la del ojo por ojo y diente por diente.
Porque un linchamiento es un alarido de desesperación, el grito helado en la noche de la burocracia y la ausencia, pero no resuelve nada.
¿Y en las casas, como andamos?
Hagamos una revisión sin hipocresías.
También tenemos que preguntarnos de qué tipo de educación familiar salen tantos acosadores, violadores, femicidas y hombres violentos. Tantos que desprecian la vida y el dolor de los otros.
No salen de repollos.
Hay muchas fallas. Hay acciones enormes que le corresponden al Estado, sin dilaciones y hay otras invisibles, de la enseñanza y ejemplo de cada día, que nos toca individual y familiarmente.
Vale la pena hacerse algunas preguntas difíciles.
Por los nombres de mujeres que siguen sumándose a la larga lista de este horror que se ha hecho cotidiano.
(Patricia Patocco, 2 de noviembre de 2020)
Cianotipo de Carlos Caro