Roly Serrano
“FUE UN  PROCESO HERMOSO Y EN ESE PAISAJE, TODO COBRA VERDAD Y BELLEZA”

 

Prolífico actor, Roly Serrano, ha realizado a lo largo de su carrera incontables papeles para el cine, el teatro y la televisión.

Salteño, nacido en un pueblo al sur de la capital salteña partió de adolescente hacia Buenos Aires buscando su destino y casi accidentalmente accedió a estudiar teatro, una profesión y sobre todo una pasión que le cambió la vida.

Vivió desde muy joven la adversidad de la calle y de los varios oficios hasta que comenzó a actuar “En la calle tenés que ser un camaleón y jugar con las personalidades porque eso te puede salvar la vida. Después descubrí que el juego actoral no es más que eso” afirmó alguna vez. Lo cierto es que, en la escena misma nacional e internacional, desde la década del 80 no ha dejado de sorprender a la audiencia.

Uno de sus primeros papeles fue en el cortometraje “Rey muerto”(1995) de una ignota Lucrecia Martel y a partir de allí, nunca más paró de trabajar.

Es el protagonista del cortometraje “Hay Coca”, del salteño José Issa, reciente ganador de la 7º edición “The Americas filme festival of New York”, realizado este año también de manera virtual.

ARTENAUTAS mantuvo un ameno diálogo con Roly Serrano, super amable a la hora de responder algunas preguntas sobre el trabajo realizado para ese cortometraje.

-¿Cómo fue trabajar en la Puna, imagino un medio climático muy adverso…

​- Indudablemente la adversidad de un clima o un espacio real, concreto, le da una veracidad única a tu trabajo…Permite no tener que inventar absolutamente nada sino vivir el aquí y el ahora. Yo lo viví en muchas oportunidades, incluso lo último que hice para televisión, que es El Marginal, eso de trabajar en una cárcel, en ese espacio de verdad…le da una calidad al trabajo que no te lo da trabajar con decorados.

El frío, el viento, la altura fueron factores fundamentales para el trabajo porque hasta un joven de 20 años que tenía que correr para traer un cable se agitaba y no podía trasladarse normalmente como lo haríamos en ámbitos naturales. Además, sumar ese paisaje…le da un cuadro pictórico y le da una verdad a ese corto que bueno!! Tiene la belleza de esa fotografía y espacio escenográfico.

– ¿Cómo compusiste tu personaje?

– Componer un personaje es un proceso hermoso porque en realidad la idea nace en la cabeza de alguien, en este caso del director y uno poco a poco le va poniendo el cuerpo en la medida en que hay un ida y vuelta en el proceso creativo. Supongo que inclusive se puede ir modificando en la medida en que se pone el cuerpo. Issa es un director absolutamente generoso que te permite volar dentro de tu propia imaginación a partir de lo que él creó.

A veces toca trabajar con directores que son muy necios y que solamente quieren hacer lo que ellos harían si fuesen el personajes y para mi eso no es crear, es reproducir lo que crean otros y no es un buen proceso. José en cambio tiene esa particularidad, entonces me resultó muy fácil llevar adelante el proceso de crear este personaje. De algún modo no tenía idea de cómo iba a ser hasta que hicimos las primeras escenas y comprendí cómo es su mirada y su propio proceso personal de acuerdo a la historia que le toca representar.

En ese momento terminaba de hacer El Marginal y tenía un sobrepeso bastante importante y eso también le dio una característica muy especial a la interpretación porque atravesar la Puna y los cerros con esa altura y esos vientos también me ayudaba día a día a crecer en ese conflicto que vivía el personaje.

 

Serrano, en su extensa carrera ha filmado con actores de la talla de Harvey Keitel, Jane Fonda, Michael Caine y ha sido dirigido por grandes directores. Alguna vez, le dijo que no a Francis Ford Coppola y sin embargo, tiene la ductilidad y humildad necesaria para venir a Salta, en el momento en que lo convocan, mientras logre articular con sus otros compromisos.

“Fue hermoso filmar en Salta. No nos conocíamos con el director. Él había visto algunas cosas mías y creo que tenía el interés de que fueran actores salteños. De hecho todos los actores y técnicos lo son, hasta Cástulo Guerra. Creo que José Issa, puede llegar a ser uno de los grandes directores nacionales. Tiene muchísima sensibilidad y además de su calidad como director en lo técnico, sabe lo que quiere y cómo lo quiere pero a la vez es consciente de sus dudas, abre el juego y escucha. Eso lo hace muy grande. Llevó adelante este sueño con tan poco presupuesto y tantas dificultades y las fue resolviendo de un modo extraordinario. Cada vez que lo muestro a amigos de aquí y del exterior quedan impactados con esta historia”

– ¿Esperabas este premio?

 – El participar de un proceso creativo es lo más hermoso que nos puede pasar a los integrantes de una obra, en cualquier lugar que ocupamos: actuación, dirección, técnicos…primero está anteponer nuestros sueños para llevar adelante algo. En mi caso que estoy en la industria nacional del cine y televisión también es importante obviamente, percibir dinero por el trabajo y vivir de eso pero… hay un costado que tiene que ver con lo creativo, lo que a los creadores les quita el sueño: hacer y terminar de hacer, cansarse y decir, huuu! nunca más lo voy a hacer y a la media hora estar pensando de nuevo…porque es así, está en la sangre, en la esencia de algunos el crear, el decir, el hacer…el molestar con tu arte, inclusive en algunos casos. Porque opinás, siempre que creas algo opinás.

Por como fue mi vida nunca pensé en el éxito, en ocupar un lugar, siempre pensé y soñé con el proceso en sí, poner mis ideas arriba de un escenario, delante de una cámara, ése es mi verdadero éxito.

Nunca puse delante el poder trabajar a costa de cualquier cosa, trabajar con alguien que sea importante o tenga chapa. Yo le doy la importancia al creador… si, tuve el honor de trabajar con grandes directores y actores y también me di el lujo de decirle no a Francis Ford Coppola como director, por algunas cuestiones, pero me di ese lujo.

Desgraciadamente estamos viviendo este tiempo de pandemia tan horrible, donde lo único que nos puede salvar la vida es el cuidado intenso personal. Cuidarse y cuidar la vida del otro. Ojalá que de toda esta desgracia saquemos algo lindo. Siempre con el pensamiento de que el futuro es mucho mejor que el pasado.

Y los premios son un mimo, a veces vienen, a veces no. En mi caso jamás lo estoy esperando, si vienen, los recibo con todo el amor del mundo, claro.

 

(Patricia Patocco)