Yo fierrera

“Yo, fierrera”
EXPONE LOLY RODRÍGUEZ

 

Loly Rodríguez volvió a abrir su taller con la muestra “Yo, fierrera”, que puede visitarse en Pueyrredón 1079.

La inauguración fue una pequeña fiesta feliz con amigos, artistas y familia en la que se celebró también la posibilidad de la reunión en épocas pos pandémicas

 

“Son once obras más un mural recordando mi infancia y como pequeño homenaje a mi padre querido que hace rato que ya no está. Organicé esta muestra en su recuerdo, en fecha cercana a su cumpleaños, a modo de íntima celebración con mi madre, la familia y los amigos más cercanos”- explica la artista.

Loly Rodríguez es una artista plástica en constante exploración de su expresión. Obras de diferentes tamaños, dibujos, óleos, grabados, xilopinturas son solo algunas de sus producciones que se muestran año a año en magníficas series y exposiciones en nuestro país y en el exterior. Ha recibido muchísimos premios y distinciones, entre ellos el Primer Premio en grabado en el Salón Provincial de Artes Visuales de Salta en el año 2012.

Dialogamos con ella acerca de “Yo, fierrera” la exposición que realiza por estos días.

 

– ¿De qué trata esta muestra?

 

– Siempre hay una fuerza que te lleva a producir. También hay momento en la vida en que uno está más vulnerable y las energías para llevar adelante la cotidianeidad no son suficientes y ahí me parece que se vuelve a las fuentes. Creo que es lo que me pasó a mí con esta muestra. Volví a mi fuente, buscando renovar fuerzas.

 

– ¿Te encantan los autos?

 

– Mi padre me transmitió en la infancia, una confianza y una seguridad en mi misma que se lo agradezco para toda la vida. Esperaba un hijo varón y nací yo, luego vinieron dos mujeres más y luego de doce años recién un varón. Vivíamos solos, en el campo y como tenía hermanas más pequeñas él me llevaba a todos lados, así es como aprendí del cincel, de la rastra, a engrasar, pasarle las herramientas…para mí era un lenguaje común. Uno de los tantos días me llevó en un tractor al fondo de la finca y me enseñó a manejar, sólo me dijo que pusiera atención en lo que hacía. Se bajó del tractor y me explicó cómo ir por el caminito suavemente mientras él caminaba a la par cosechando morrones, me indicaba dónde dar la vuelta y así volví a mi casa. Tenía diez años. Por supuesto mi madre puso el grito en el cielo, pero a partir de ahí no paré más de manejar. Él me dio confianza, me enseñó por ejemplo que a decisión tomada: hay que poner acción. Me enseñó a no frenar en el ripio, a ir con cuidado, en fin, me hizo practicar. Él no tuvo grandes recursos, un trabajador español que vino de la guerra civil y se hizo de abajo. Empezó con una bicicleta pero nunca dejó de mirar y admirar los autos antiguos. Era impecable con las herramientas, con su camioneta, con los tractores, los lavaba, los cuidaba y me transmitió el amor por los autos y sobre todo, los antiguos así que me pasé la vida haciendo fotos y registros de autos raros, viejos, me encanta admirar sus detalles y bueno, recordándolo, buscando esa fuerza interior, nació la muestra.

Todo lo que me enseñó al mostrarme cómo manejar me ha servido como guía, como metáforas para la vida y sus palabras me sostienen hasta el día de hoy, han marcado mi camino.

 

La muestra puede verse durante todo el verano e inclusive se van a hacer algunas visitas guiadas . Los interesados pueden contactarse al cel 3875095225 para acordar día y hora de visita.