Hace varios años que vienen transitando la escena musical de Salta, cada uno por diferentes caminos hasta que se encontraron en la vida y luego en producciones íntimas que fueron surgiendo con naturalidad. Pasado un tiempo, comenzaron a sistematizar con más rigor esa unión de música, voces e instrumentos y terminó surgiendo un proyecto musical más serio que produjo ya el disco Agosto.
Osvaldo Garrido y Josefina Soler comparten mucho más que la vida y la pasión musical, comparten miradas sobre el mundo y como todo artista, necesitan compartir con su público.
El álbum Agosto iba a ser presentado en el mes de abril pero, a la vista de la cuarentena y todo lo que está sucediendo a nivel global decidieron postergarlo, sin embargo, pusieron generosamente a disposición en su cuenta de Facebook el álbum completo, que también se puede adquirir por esa vía, allí mismo.
En esta misma página reproducimos un enlace del tema El Amanecer, del disco Agosto
ARTENAUTAS dialogó con Osvaldo y Josefina en una entrevista – a dúo y tecnología mediante- que nos permitió conocer un poco más de sus búsquedas musicales y su arte, pese a los tiempos de cuarentera.
Al respecto reflexionaron “El tiempo que estamos transitando es extraño, es un tiempo de espera, de latencia, de incertidumbres, pero a la vez no es pasivo, estamos con la preocupación de no saber cómo seguirá todo esto. En el caso de los músicos, como es el nuestro, paradójicamente es un momento propicio para la creación pero chocamos con la limitación de no poder compartir, al menos de forma directa y presencial, lo que vamos produciendo. Es claro que la situación de aislamiento y detención de las actividades usuales, provoca una tremenda sacudida de las estructuras que nos sostienen, es como un doble juego donde al no tener que cumplir las obligaciones cotidianas, sentimos que tenemos más libertad para hacer las cosas que nos interesan, pero esto se enfrenta con una innegable limitación de tejer vínculos reales”
Osvaldo, compositor nato, ya con cuarenta años en el camino de la música nació en la provincia de Buenos Aires y estudió música desde muy chico: guitarra clásica en forma particular y luego en el Conservatorio de música de su ciudad: San Miguel.
“Ya en la adolescencia el interés pasaba por la música popular y formé mis primeros proyectos con canciones propias, incursioné en el blues, el rock y en el folclore latinoamericano. Luego, radicado en Ushuaia desarrollé diversos proyectos artísticos y a la vez dediqué (dedico) gran parte del tiempo a la docencia de manera particular.
En el 2001 llegué a Salta y aquí realicé varios proyectos hasta que en el 2010 junto a Martín Fernández formamos el dúo Folespor, con el que grabamos tres CD de estudio. Ese proyecto duró seis años durante los cuales nos presentamos en diversos lugares de Salta, Buenos Aires y Tierra del Fuego. Luego, con Josefina Soler comenzamos a trabajar musicalmente en lo que sería más adelante el dúo Garrido/Soler”- explica Osvaldo.
Josefina a su turno agrega “Creo que comencé la formación musical en mí hogar, donde se escuchaba por las noches a diversos cantores de nuestra música popular: Cesar Isella, Cuchi Leguizamón, Teresa Parodi, Mercedes Sosa, Dúo Herencia, Cuarteto Zupay entre otras. Más adelante estudié en la Escuela Superior de Música de Salta, en el profesorado de flauta dulce. Pero paralelamente me empezó a atraer el camino de la docencia de la música, y me seguí formando y ejerciendo en diferentes niveles del sistema educativo. En este recorrido me encontré con un grupo de sicuris “Yuyaichaskis” que significa mensajeros de la memoria y descubrí otra manera de comunicarme musicalmente, donde se necesita del otro para construir algo. Así es que integro una banda de música andina de la cual participo hasta la actualidad.
Luego me encontré con Osvaldo y fue surgiendo el dúo…
- ¿Cuáles son sus búsquedas musicales de hoy?
– Creemos que las búsquedas artísticas surgen o están escritas de alguna manera, con la historia de cada uno, podría decirse que los caminos que uno va recorriendo, muchas veces ya están musicalizados sin que nos demos cuenta y eso impulsa más la búsqueda artística. Hablamos no sólo de la música que nos acompaña en el andar, sino de las experiencias humanas y hasta los paisajes que vamos pisando.
- ¿Cómo nació “Agosto”, el disco?
– “Agosto” se fue gestando lentamente, sin ningún apuro, primero con el encuentro de entrecasa, por el puro gusto de hacer música para acompañar el día o la noche, disfrutar el hecho natural de juntar nuestras voces y los instrumentos. Luego, advertimos que el ensamble funcionaba y de a poco la intención fue cambiando hacia la idea de un proyecto más profesional. Entonces sistematizamos la labor, con horarios de ensayos, elección de repertorio, inclusión de músicos invitados y las primeras presentaciones en vivo.
Nuestro repertorio terminó siendo una confluencia de canciones de autores latinoamericanos y otras de mi autoría- dice Osvaldo-
Luego de casi dos años de presentaciones en vivo, decidimos llevar al estudio lo más representativo del dúo y así grabamos los ocho temas que integran el álbum “Agosto”.
En el disco participan como invitados:
Santiago Soler en percusión
Pablo Chireno en percusión
Ana Soler en viola
Ariel Salas en acordeón
Yuyaichasquis sikuris en sikus
Carlos Müller en recitado.
– A la hora de componer, cómo es la tarea?
– Con respecto a la composición, no siempre es igual, a veces hay una frase, una palabra y de ahí va surgiendo la historia y luego la música. Otras veces viene primero la idea musical y sobre ella se construye la palabra. Existe otra posibilidad, y creo que esto es lo que mas nos gusta: cuando el disparador es una imagen que conmueve y allí se construye simultáneamente, casi siempre, la música y la letra.
Últimamente estuvimos trabajando juntos en la composición, tenemos un par de canciones que surgieron en éste orden: yo compuse la música y luego Josefina escribió la letra, seguramente formarán parte de nuestro próximo disco.
– ¿Qué tiene que tener un tema para que lo elijan lo canten, lo graben?
– Nos interesa transmitir un sentido de pertenencia, esto influye en la elección de las canciones que vamos a interpretar, sean propias o de otros autores. Tenemos la intención de cantar el sentir que atraviesa a las personas en su cotidianeidad: la alegría, la tristeza, la compañía, la soledad, una pérdida, un viaje y cualquier circunstancia trascendental en la vida de alguien.
Es lo que intentamos comunicar. Lo interesante de esto es en qué se puede convertir cuando el público lo recibe.
Agosto puede ser adquirido escribiendo a la página de Facebook Dúo Garrido Soler.
Una buena manera de retribuir la solidaridad de los artistas que ofrecen su arte en estos tiempos difíciles para todos.
(Patricia Patocco/ Fotografía: Isidoro Zang archivo de Garrido Soler, forma parte del arte de tapa y contratapa del disco, con intervención en diseño gráfico de Santi Soler)