En estos días en que las palabras pandemia, cuarentena, aislamiento se nos han convertido en las más lo cotidianas, todos los seres humanos hemos tenido que postergar planes, cambiar rumbos o renunciar a sueños.
Cada uno trata – desde su mundo y su actividad- de seguir en movimiento a como de lugar, lo real es que a veces se puede y otras no.
Los artistas, creativos por excelencia, nos llevan ventaja en esto de reacomodarse y encontrar nuevas vías de escape para su comunicación con el mundo exterior.
Es el caso de Nicolás Picatto, dibujante, pintor, muralista y artista urbano quien lleva realizadas más de cuarenta exposiciones entre individuales y colectivas en Argentina y el exterior: Potosí (Bolivia), Bogotá (Colombia), Porto Alegre (Brasil), Leiría (Portugal), Madrid (España), París (Francia) y en Londres (Inglaterra) y colabora de manera permanente con ilustraciones en revistas culturales y libros de autores salteños y del exterior.
Tenía una muestra a punto de ser expuesta en el Espacio de Arte OSDE, cuando ocurrió el vértigo del aislamiento y la cuarentena para todos. Luego de masticar un poquito de desazón y amargura, apeló a las redes sociales para mostrar el fruto de su trabajo.
Nicolas es salteño y estudió en la Escuela de Bellas Artes Figueroa Alcorta, de Córdoba, pero afirma ” ya hace un tiempo me di cuenta que de muy niño empecé con este viaje por los caminos del arte, y que los grandes maestros que tuve fueron la calle, la bohemia y la poesía salteña. Y todas las personas que conocí y las experiencias vividas gracias al arte, son los mejores premios y el mejor reconocimiento”
ARTENAUTAS dialogó con Picatto quien comentó “Hace un tiempo que vengo trabajando con “collage urbano”, la técnica consiste en hacer pegatinas y sumarle elementos. Después empecé a hacer collages sobre papel en formatos más pequeños, al principio eran trabajos más sintéticos y con poca intervención de color, pero el resultado me interesaba y el proceso estaba bueno, recortar, pegar. Quizás tenía que ver con mi infancia y mis recuerdos de una mesa con revistas, tijera y pegamento. Algo tengo guardado de esa época.
Con el tiempo y la experimentación, llegué a un estado de la obra que ya la podía asociar a un estilo. El collage me permitió fusionar el dibujo, la pintura y también el arte urbano, disciplinas que vengo realizando hace muchos años. Hoy estoy a pleno con la serie, y siento que tengo para un buen rato hasta agotarla. Fue en ese momento que el Espacio de arte OSDE me invitó a hacer una exposición en su sala. Le puse nombre: “Mundo corrugado”, en relación a la contemporaneidad y porque los trabajos están todos intervenidos con cartón corrugado, el acanalado.
Lamentablemente, la fecha de inauguración coincidió con la decisión de las autoridades de iniciar una cuarentena en todo el país por causa del coronavirus, que ya se asomaba en Argentina.
Los collages quedaron amontonados en mi taller y con el paso de los días empecé a sentir la necesidad de mostrarlos, era una sensación extraña. “Un cuadro pide a gritos exposición” dice Jairo en su tema “Milagro en el bar unión”. Y coincidió con mi inquietud de querer colaborar a hacer mas llevadero el confinamiento con un poco de arte. Fue así que decidir hacer uso de las redes sociales, tan usadas en estos tiempos de aislamiento, y hacer una exposición virtual. Facebook me pareció la red más adecuada para hacerlo, armé un álbum y lo publiqué.
-¿Con qué resultados?
-El resultado me impresionó, gustó mucho la idea y las obras, se compartió mucho y se armó una interacción con el público a través de los comentarios. Me dejó muy conforme la experiencia. Hay muchos artistas que por estos días están llevando su producción a las redes, teatro, música y arte. Creo que esta forma de expresión y exposición va a crecer mucho con el tiempo para instalarse definitivamente, no sé si para bien o para mal. Yo creo que toda manifestación artística es testimonio de su época.
– Por lo demás, cómo vivís esta cuarentena?
– Y, particularmente la vivo con poca producción artística, ya que tengo mi taller distante de casa, así que lo poco que hago es esbozar en pequeño formato, después ya habrá tiempo para trasladar esos estudios a obras en diferentes técnicas. También aprovecho para leer, ver películas y un poco de arte que hoy, hay mucho en las redes, todo contribuye a alimentar la creatividad.
Por estos días de confinamiento extraño mucho hacer arte urbano, tengo varia obras en mi taller esperando a ser pegadas en alguna pared de la ciudad.
Ya saldrán.
Sus personajes del “mundo corrugado” son gente común y corriente que tienen como sus producciones el dinamismo de la vida misma y además prometen seguir creciendo. Mientras tanto, Nico abrió otra ventana al mundo en un gesto personal y solidario a la vez.
Se lo encuentra como Nico Picatto, en facebook y e instagram
(Patricia Patocco, foto del autor)