«Hay Coca», corto de José Issa
PREMIADO EN NUEVA YORK

 

Se realizó en Nueva York la séptima edición de “The Americas film Festival of New York”, este año en forma virtual con 7 largometrajes y más de 25 cortometrajes con los que se celebra la rica diversidad de historias, lenguas y culturas de las Américas.

En colaboración con el Instituto Cervantes y el Museo Nacional del Indio Americano, TAFFNY Virtual Cinema propuso las discusiones de tres temas prominentes en el programa de este año: revaluar el concepto estético de la mujer en el cine y la teoría feminista; la mujer como producto y productora de imágenes; el legado de aquellos que han luchado por hacer del mundo un lugar mejor y más justo; y la perspectiva del cine de Las Américas frente al descontento universal en temas de derechos humanos, justicia social y racial.

Hace unos días ARTENAUTAS informaba que el corto “Hay Coca”, del director salteño José Issa Palacios había resultado seleccionado y la buena noticia es que finalmente resultó ganador de este importante certamen internacional.

Filmado en Salta, entre la capital y la puna en el año 2018, el corto es un homenaje en tono poético a la coca, a la Coca Sarli y a Ricardo Maury, el ingeniero creador del Viaducto La Polvorilla en una historia enmarcada en tiempos de dictadura.

Dialogamos con Issa, director y alma mater de “Hay Coca”, quien además escribió el guión que finalmente se alzó con el primer premio.

¿Como nació el proyecto?
– Escribí un guión modesto pero con un gran espíritu para participar en otro concurso llamado 100 años del cine argentino, y aunque fue seleccionado en la terna, al final no consiguió ganar, por lo que este raro homenaje a la Coca Sarli y a la Coca de coquear, titulado “Hay Coca” tuvo que esperar en un cajón hasta que otro concurso apareciera. Fue así que se abrió el llamado al concurso “Historias Breves” uno de lo más codiciados, por haber sido además otorgado a directores y directoras de gran prestigio en la actualidad.
Ganó ese premio y finalmente pudo materializarse. Por lo pronto, como está en plena competencia en otros festivales, no puede verse libremente, pero en breve, sí.

-¿ Cuándo lo filmaste?
– Filmamos en 2018, porque la preproducción fue muy ardua y hubo que planear todo al extremo. Todo tuvo que ser como un reloj durante cinco días de rodaje intenso.
Terminamos de filmar una noche a las 5 o 6 de la madrugada en Alfarcito, sin comodidades, ni energía eléctrica, con un frio y un cansancio bárbaros. Pero por otra parte fue una experiencia que atesoro como un gran recuerdo entre gente muy piola y altamente creativa.
Resulta que si nos pillaba el invierno ya no íbamos a poder hacerlo porque las condiciones de filmar de noche a la intemperie y en altura iban a hacer naufragar el proyecto. De modo que nos jugamos a filmar en un abril y por fortuna, tuvimos la suerte de nuestro lado.

– ¿Cómo fue hacerlo con estos dos buenísimos actores?
– ¡Ah, eso es un capítulo aparte! Resulta que Cástulo estaba en Salta para filmar “Badur”. Le tiré el mangazo gracias a que Kabuby Salazar que me insistió (porque yo no quería molestarlo ya que estaba por iniciar otro rodaje) y como Cástulo entendía que el guión era una mezcla de reclamo de democracia envuelto en un relato cargado de misticismo; no lo dudó un instante e hizo un gran esfuerzo para poder participar. Cosa que todavía le estoy agradeciendo.
Por otro lado se venía el Roly de Buenos Aires…Estaba haciendo “Burundanga» creo y dejó un remplazo en la obra que era todo un éxito. Eso es increíble.

Mientras tanto, yo no podía dormir porque la cuota de rodaje no había sido depositada!!! Y ya estaba todo armado y listo para la semana de rodaje, una tensión increíble así que lo llamé y le dije, “Roly, me parece que voy a tener que suspender” y me dijo “vos estas en pedo, yo voy y lo hacemos como sea”. Después pudimos resolverlo con un préstamo puente de la Provincia que se canceló apenas impactó la cuota del Instituto de Cine.
La cuestión es que ahí te das cuenta que estar en la trinchera con dos grossos como Cástulo y Roly es más que un privilegio… porque tenés todas las de ganar. La contracara es que cuando uno está yendo, ellos han ido y han vuelto varias veces. Entonces cuando vos pensás que ellos han estado ante las cámaras de Lucrecia Martel, de Spielberg, de Paolo Sorrentino, de Oliver Stone, etc. … y, es como que eso te mete un poco de presión.

Decís ¿podré sacar todo el jugo a esta escena? ¿Y si le “pifio”?. Pero bueno, salieron unas escenas muy buenas, con mucha profundidad y con una perfomance interpretativa alucinante. Porque además se conocieron ahí, ese día de rodaje y parecía que realmente eran amigos de añares.

– ¿Cástulo es algo así como tu actor fetiche?

-Je … no. Lo que pasa es que me conoce desde que yo era changuito, desde que tenía 14 años aproximadamente. Siempre me ha ayudado. Tiene la virtud de querer que al otro le vaya bien. No está pensando en él. Piensa en empujar para arriba, en tenderte una mano, un escalón. En ese sentido, cada vez que podemos hacer algo que nos interesa, le damos para adelante nomás. Con él hicimos una lectura a varias cámaras sobre la vida de Güemes novelada por Manuel Alba. Y ahí Cástulo saca todo su arsenal, es increíble porque en una misma lectura se pone de un segundo a otro en la piel de un realista, de un criollo, de una mujer de guerrilla, y todas las voces son tremendamente logradas. Un espectáculo aparte.

– ¿Que significa este premio en tu carrera?

– ¡Muchísimo! Porque primero, es un premio al equipo, al esfuerzo de ese grupo genial que en una especie de road movie salimos a aventurarnos a la pre puna. Después es un premio obtenido en Nueva York un lugar que es una meca cosmopolita de la observación del arte.
Haber llegado hasta allí y haber poder sido seleccionados en un cortometraje extraño donde se habla de los tiempos de dictadura, al mismo tiempo de la coca de mascar, al mismo tiempo de Richard Mauri y la colosal obra de ingeniería que es el ramal c14 y el viaducto la polvorilla… en fin, que este festival de cine de Nueva York lo haya galardonado con el primer premio es muy importante.
En esta 7a edición de “The Americas Film Festival of New York” participaron miles de trabajos y realmente los que seleccionaron era tremendamente buenos, por eso todavía no caigo en cuenta del logro obtenido. Es como un sueño.

 

(Patricia Patocco)