José Watanabe, poeta peruano fue hijo de una peruana del norte Paula Varas Soto y su padre un inmigrante japonés, Harumi Watanabe Kawano de quien contaba que aprendió el arte del haiku. Hereda el desarraigo como ánimo y lo traduce en un lenguaje preciso, seco, a veces arenoso, serrano y minimalista, que pasa de la observación de la naturaleza a la reflexión sobre el poema sin escalas.
Watanabe vivió una infancia humilde, pero en 1956 su familia ganó el premio mayor de la lotería de Lima y Callao, por lo que se mudaron a Trujillo y los veranos lo pasaban en Huanchaco. Él fue el primero de sus hermanos en seguir estudios secundarios. A pesar de que en sus inicios le gustaba las ciencias, luego se inclinó por la literatura. En este prestigioso centro educativo escribió dos poemas que fueron publicados en la revista del colegio.
Luego, José migró hacia Lima para seguir estudios superiores, pero el recuerdo de Laredo quedaría siempre en su memoria, por lo cual muchos de sus poemas se ubican espacialmente ahí, un Laredo que hoy sólo existe, con sus cuatro calles, en el imaginario creado por el poeta. En Lima, estudió los primeros años de Arquitectura, pero la abandonó después de casi dos años. Su formación fue esencialmente autodidacta y no sólo se desarrolló como poeta, sino también como guionista de cine y documentales.
Es una voz propia de los poetas peruanos del 70 pero su literatura se mantuvo independiente de todo el trajín político que afectaba a su país, lo cual se hace evidente en su poesía. En ella, las preocupaciones de la época si aparecen, pasan inadvertidas. Es más bien producto y gracias a sus vivencias e íntima forma de escribir que gana en 1970 el primer premio del concurso Poeta Joven del Perú con el poemario Álbum de familia
de toda la poesía de ese país.
Su padre era de origen japonés y su madre peruana, y la fusión de ambas culturas, absolutamente diversas, fue fundamental en su formación.
En 1970 ganó el concurso “Joven poeta del Perú”, el cual fue decisivo para marcar el rumbo que tomaría la vida de este singular poeta. Cabe mencionar que dicho certamen había sido conquistado previamente por escritores de la talla de Javier Heraud y César Calvo.
En la obra de Watanabe se percibe una cercanía con la brevedad y sabiduría de los haikus, una tendencia hacia la belleza de la versificación oral y una fuerza poderosa que permite que dicha poesía sea sumamente influyente en las nuevas generaciones.
Acerca de la libertad
Esta mañana han comprado un pájaro
como se compra una fruta
un ramo de flores.
Dicen que Hokusai compraba pájaros para liberarlos.
También Leonardo
pero midiéndoles el impulso y el rumbo.
Posiblemente en la infancia he pintado pájaros
pero jamás les he hallado relación exacta con los aviones.
Estoy tentado a liberar este pájaro
a devolverle
su derecho de morir sobre el viento.
Me van a pedir razones.
Sentiré la obligación de hablar acerca de la libertad
pero mi familia que es muy lógica
dirá que afuera solo
con el viento
a ver qué hago.
El fósil
La vida en ti fue un pez de 20 centímetros.
Tu remoto latido, hoy petrificado,
vive ahora en mi cuerpo
tan inverosímil como el tuyo.
Tú ya no puedes mirarte ni mirarme, no sabes
lo extraño que es ser pez u hombre.
Somos, te digo, inverosímiles, caprichos
de una mente delirante
que cuaja infinitas e insensatas formas en el mar
y la tierra.
El ruido alegre de los niños en el museo
que se empinan a mirar otros fósiles
interrumpe mi habitual pesimismo,
y me enternece:
después de todo, pescadito,
tal vez alguna razón existe.
La boa
La boa es
el deseo del abandonado: reptar
como un solo y larguísimo músculo
para envolver completamente el cuerpo amado.
Puedes abrazar y estrangular pavas de monte
o cabras coquetas, pero qué lejos está todavía
la que huyó y duerme como una reina
sobre la copa de todos los árboles.
Este olor, su otro
Mi hermana mayor pica perejil
…………con habilidad que se diría congénita,
y el olor viaja instantáneo a fundirse
……………….con su otro.
Su otro está en una lejana canasta de hierbas de sazón
que bajaba del techo, una canasta
…………..ahora piedra fósil
suspendida
en el aire de nuestra cocina que se acabó
El perejil anunciaba a mi padre, Don Harumi,
esperando su sopa frugal.
…………..Gracias de este país:
un japonés que no perdonaba
¡la ausencia en la mesa de ese secreto local de cocina!
Creo que usted adentraba ese secreto en otro más grande
para componer la belleza de su orden casero
………………………que ligaba
familia y usos y trucos de esta tierra.
Los hijos de su antiguo alrededor
…………hoy somos comensales solos
y diezmados
y comemos la cena del Día de los Difuntos
……………………….esparciendo
perejil en la sopa. Ya la yerba sólo es sazón, aroma
…………………………………sin poder,
nuestras casas, Don Harumi, están caídas
(De Historia natural, 1994)
Mamá cumple 75 años
Cinco cuyes han caído
degollados, sacrificados, a tus pies de reina vieja
Sangre celebra siempre tu cumpleaños, recíbela
en una escudilla
donde pueda cuajar un signo brillante
………………..además del cuchillo.
La bombilla de luz coincide con tu cabeza dormida
y te aureola: comenzamos a quererte
…………………………con cierta piedad.
pero tus ojos
tus ojos se abren rápidos como avisados, y revive en ellos
un animal de ternura demasiado severa.
Tus ojos de ajadísimo alrededor
son el resto indemne
del personaje central que fuiste entre nosotros,
…………………….cuando alta y enhiesta
alargabas el candil hacia la oscuridad
y llamabas susurrando
a nadie. Las sombras en el muro y los gatos
……………….detrás de la frontera terrible
eran inocentes. Tú señora, eras el miedo.
Cinco cuyes pronto estarán servidos en la mesa.
Otros serán los del rito curador, los de entrañas abiertas
……y sensitivas
que revelaban nuestras enfermedades.
Estos son de diente, de presa. No dirán
que tú eres nuestra más antigua dolencia.
(De Historia natural, 1994)
El puente
Las columnas herrumbradas por el aire delgado
de la altura
suben desde las pendientes de la quebrada y sostienen con
……gruesos remaches
los travesaños de hierro.
Hay miles de remaches en la estructura del puente
pero en el centro hay uno solo fijando el encuentro
de todas las fuerzas, uno solo, insospechado y firme,
….evitando que el mundo se venga abajo.
Aquí alguna vez un hombre se sentó a horcajadas, hercúleo,
………………………..sobre el abismo
y selló el remache decisivo, acero al rojo y con esquirlas.
Imagina la acción tensa y peligrosa de su brazo
golpeando acompasado
como si nos transmitiera serenamente un mensaje:
……………………nadie asegura el mundo en su contra.
El remache
permite el paso del tren de los metales y del tren de los migrantes.
y el paso contrario de los que vamos a mirar sus paisajes y
……cortamontes.
Y mientras cruzas el puente y miras aterrado el vacío del
……desfiladero
siente el interminable poder de ese hombre,
pero imagínalo después caminando como cualquiera,
………………………..sin alardes,
hacia los viejos campamentos desmontados
……donde durmió sobre un pellejo su sincero cansancio.
(De Historia natural, 1994)