NUEVO CONCIERTO DE LA SINFÓNICA

 

El jueves 7 a las 21 hs., la Orquesta Sinfónica de Salta ofrecerá un concierto bajo la dirección del Mtro. Eduardo Alonso Crespo como director invitado.

Se interpretará Concerto Grosso, Op. 40, para orquesta de cuerdas y continuo, y Variaciones Dowland, Op. 12, para orquesta; ambas obras de su autoría. El concierto culminará con Romanzas para violín, Op. 40 y Op. 50 de Ludwig van Beethoven, con la participación de Gerardo Solórzano como solista en violín.

El concierto tendrá lugar en el Teatro Provincial Juan Carlos Saravia (Zuvirìa70)  y las entradas de $150 ya se encuentran a la venta en  www.saltaticket.gob.ar y en boletería del Teatro. Estudiantes y jubilados ingresan de manera gratuita acreditando su condición mediante tarjeta Saeta o libreta universitaria; jubilados deben presentar recibo de sueldo (se les solicita retirarlas por boletería días previos a la función para optimizar el ingreso de los espectadores a la sala)
Sobre las obras y sus compositores

Concerto Grosso op. 40, para cuerdas y continuo (piano)

Su formato de orquesta reducida queda como hito de estos difíciles tiempos en los que la orquesta no baja los brazos y sigue haciendo lo que sabe hacer: ofrecer la mejor música del mundo al público salteño a pesar de la actual crisis sanitaria. Y por otro, porque el concerto grosso es un formato que se caracteriza por presentar las individualidades – los “soli”, los solistas de cada sección – interactuando con el conjunto de la orquesta, el “tutti”, como una buena metáfora de lo que una orquesta realmente es, un grupo de individuos que saben ser “soli” o “tutti” según su arte lo requiera. La obra consta de tres movimientos: el primero – indicado como Tempo comodo, ma deciso – tiempo cómodo, pero decidido – intenta retratar justamente la actitud decidida que debe siempre prevalecer a la hora de entregar nuestro arte en el escenario, por encima de las circunstancias difíciles que nos puedan rodear. El segundo movimiento, Andante sostenuto, nace del ritmo de zamba – aunque extremadamente dilatado en el tiempo – para explorar un estado más nostálgico, tal vez representativo del paso del tiempo, estos veinte años de vida de la orquesta. Finalmente, el tercer movimiento – indicado como Allegro brioso – exhibe toda la potencia y el vigor que un grupo de artistas decididos y pujantes pueden ofrecer en los muchos años por venir. De hecho, la imagen visual que sirvió de punto de partida para este movimiento fue la de un tropel de caballos, liberados del corral y galopando libres por la pradera, la manera en la que queremos sentirnos cuando hayamos superados los obstáculos actuales.

Variaciones Dowland op. 12, para orquesta

En el año 1971, con 15 años, Alonso Crespo asistió a la proyección de la que hasta hoy considera la mejor adaptación para el cine de Macbeth, esa inmortal metáfora de Shakespeare sobre la ambición y el poder. La genial obra de Roman Polansky creaba un fresco visual tan impactante que muchos años después le sirvió como punto de partida para componer la música incidental para una exitosa producción teatral de la tragedia. Tiempo después, al programar un concierto que incluía las Variaciones Haydn de Johannes Brahms, se encontró con la necesidad de una obra que pudiera combinarse junto con esa famosa composición y que al mismo tiempo aportara una propuesta contrastante a la obra más seria y abstracta de Brahms. Recurrió entonces a aquella música incidental ya que incluía un número llamado Fiesta en Inverness (el castillo de los Macbeth) que desarrollaba un conjunto de variaciones sobre un tema de John Dowland, compositor inglés isabelino, contemporáneo de Shakespeare. Ese material proveyó el punto de partida para las Variaciones Dowland, obra estructurada en tres partes que se ejecutan sin interrupción. Un Prólogo establece el carácter – un tanto oscuro, intrigante y peligroso, derivado de la tragedia de Macbeth – para esta aventura musical. Luego de esta vasta introducción se presenta la música de Dowland instrumentada solo para vientos y percusión, seguida de un conjunto de Variaciones, incluyendo una Gymnopédie en la variación cuarta. Cuando todo parece llegar a un brillante final se introduce el Epílogo restaurando la atmósfera teatral de la introducción y llevando la obra a su conclusión. Desde su estreno la obra fue interpretada por la Orquesta Sinfónica de Salta, la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina, la Orquesta Sinfónica de Tucumán, la Orquesta Sinfónica de Rosario, la Orquesta Sinfónica de Entre Ríos, la Orquesta Sinfónica de Mar del Plata, la Orquesta Sinfónica Juvenil Nacional José de San Martín y la Orquesta Estable del Teatro Argentino de La Plata, y  en versiones a cargo de los maestros Eduardo Alonso-Crespo, Julio Lazarte, Andrés Spiller, Mario Benzecry, Abel Ghelman, Luis Gorelik y Bernardo Teruggi.

Eduardo Alonso Crespo

Uno de los compositores argentinos más interpretados en la actualidad. Es autor de seis sinfonías, quince conciertos, dos óperas, dos ballets, música de cámara y música coral – además de otras obras orquestales -, producción que le hizo acreedor de un total de dieciocho premios y distinciones nacionales e internacionales. Su música ha sido interpretada por orquestas y ensambles de Francia, Italia, España, Holanda, Portugal, Polonia, Ucrania, Alemania, Finlandia, el Reino Unido, China, Taiwán, Indonesia, Japón, Israel, Canadá, EE.UU., México, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Paraguay, Brasil, Bolivia y Argentina, y en ámbitos tan importantes como el Teatro Colón de Buenos Aires, el Carnegie Recital Hall de Nueva York, la Iglesia de La Madelaine de París, la Gran Sala De Doelen de Rotterdam, el Teatro Teresa Carreño de Caracas, el Teatro La Fenice de Venecia y el Palacio Real de Queluz en Lisboa.

Se graduó en la Escuela de Artes Musicales de la Universidad Nacional de Tucumán, obteniendo en esa misma universidad el título de ingeniero civil. Mediante una beca Fulbright de postgrado estudió en la Universidad de Carnegie Mellon en los Estados Unidos, donde recibió el grado de Máster en Dirección Orquestal y Coral, luego de perfeccionarse con los maestros Lukas Foss, Leonardo Balada y Samuel Jones. Durante los siguientes dieciocho años se desempeñó como docente y como director en la Universidad de Carnegie Mellon en los EE.UU.

Como director de orquesta se desempeñó durante doce años como Director Titular de la Orquesta Sinfónica de Tucumán en la Argentina, actuando simultáneamente como Director Musical del Carnegie Mellon Contemporary Ensemble en los EE.UU. y manteniendo una intensa actividad como director invitado en la Argentina y en el extranjero. Fue artífice fundamental en la creación de la Orquesta Sinfónica de Salta en Argentina, organismo del que fue Director Invitado Principal y Compositor Residente. Sus presentaciones como director invitado incluyen organismos sinfónicos de los Estados Unidos, Francia, Portugal, México, Chile y Argentina. En su país de origen ha actuado al frente de las Orquestas Sinfónicas de Córdoba, Rosario, Entre Ríos, Tucumán, San Juan, Mendoza y Salta, así como de la Orquesta Nacional de Música Argentina y de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, con la que debutó en el Teatro Colón dirigiendo una aclamada versión de la Cuarta Sinfonía de Gustav Mahler en 1998. Entre sus actividades más recientes como director se destaca la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, España, que Alonso-Crespo dirigió para el sello discográfico británico Naxos.

Para mayor información visitar: www.eduardoalonsocrespo.net